Según encuesta realizada en Estados Unidos de América, 70% de católicos que asisten a Misa no creen que Jesús está Presente en la Eucaristía. Equivocadamente creen que la Hostia Consagrada es pan y la Sangre de Cristo es vino.
Es muy alarmante tal ignorancia, sobre todo porque no se trata de un tema secundario, sino del más importante, de la razón para ser y seguir siendo católicos y asistir a Misa a pesar de todos los problemas que pueda enfrentar la Iglesia.
La Eucaristía ha sido descrita, con exactitud, como la fuente y cumbre de la vida cristiana, así que poner en duda que sea verdad lo que la Iglesia ha enseñado desde su inicio, y peor aún, que los incrédulos no sean sólo los ateos o los alejados, lo cual es comprensible, sino ¡católicos que van a Misa! Es verdaderamente devastador.
El obispo Robert Barron, de la Diócesis de Winona Rochester dio la voz de alarma en la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, y los demás obispos se preocuparon.
Crearon un comité de varios obispos, que en su inicio estuvo encabezado por Mons. Barron, que comenzó a reunirse por zoom durante la pandemia, y a planear qué se podía hacer.
Lo primero que se preguntaron fue ¿a qué se debe esto? No para buscar culpables, sino soluciones. Tal vez hay un fallo grave en la enseñanza del Catecismo, o hace falta hablar más del tema, en las homilías, en conferencias, en retiros, en publicaciones, en redes sociales.
Decidieron lanzar lo que llamaron ´National Eucharistic Revival´ (que tal vez podría traducirse como ´Reavivamiento Eucarístico Nacional´), un ambicioso programa de tres años cuyo objetivo es promover el conocimiento de los fieles sobre la Eucaristía, que comprendan que no es una cosa, es ¡Cristo en Persona!
Estará basado en los 3 trascendentales: lo verdadero, lo bueno y lo bello.
Con relación a lo verdadero, catequesis, enseñanza, se elaborará y publicará material, habrá charlas y conferencias para difundir sólidos conocimientos sobre el tema.
Con relación a lo bueno, se enfatizará el poder transformativo de la Eucaristía, que cristifica a quien comulga y lo mueve a amar, a ayudar, a atender a los necesitados.
Con relación a lo bello se promoverán liturgias eucarísticas, Horas Santas, procesiones con el Santísimo, para adorar y honrar a Jesús Sacramentado. Se procurará la interacción de estos tres temas, porque cada uno necesariamente implica a los otros dos.
Este programa inició en la Solemnidad de Corpus Christi de 2022. El primer año se dedicó a las diócesis en general; el segundo año a las parroquias e incluirá un multitudinario Congreso Eucarístico en del 17 al 21 de julio de 2024 en Indianápolis, y el último año se dedicará a salir a misionar, y culminará en Pentecostés de 2025.
Para contribuir a este programa Mons. Barron escribió un estupendo libro, breve pero sustancioso, titulado: ´Éste es Mi Cuerpo´ disponible en Amazon en inglés y en español. Cuesta sólo 2 dólares. Conviene no sólo leerlo, sino regalarlo.
Dice el dicho: ´si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar´. Desgraciadamente muchos católicos en México tienen la misma idea errada sobre la Eucaristía que los de EUA. Depende de nosotros no sólo parecernos a ese país en el problema, sino en la solución.