Dada la conclusión de las fiestas de Pascua con la celebración de Pentecostés, el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, invitó a retomar las reflexiones del tiempo ordinario con la solemnidad de la Santísima Trinidad.
"Celebramos el misterio de Dios uno y trino en nuestra vida, el misterio más profundo, sublime e incomprensible a la razón humana, misterio que vivimos por la fe y conocemos por revelación divina", mencionó Cabrera López.
"Ciertamente este dogma de fe de la Iglesia Católica es difícil de entender. Fueron los apóstoles los primeros que, gracias a la efusión del Espíritu Santo, comprendieron que Jesús es el Salvador de la humanidad, enviado por el Padre para darnos vida nueva", puntualizó.
Cabrera López, señaló que a lo largo de la historia, han sido muchas las formas en las que se busca dar una explicación a este misterio, pero la mejor forma de asimilarlo es viviéndolo.
"Como bautizados, somos templos vivos de la Santísima Trinidad, y será Dios mismo el que nos revelará su amor y su presencia en cada uno de los momentos de nuestra vida", añadió.
"Por lo que es importante que vivamos este misterio poniendo en práctica la caridad fraterna, la solidaridad con los más necesitados, buscando en todo momento ser uno con los hermanos, así como Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es uno", recalcó.
Asimismo, calificó como prioritario para los cristianos el que se ponga verdadera atención a la urgencia de vivir el misterio de Dios en su vida cotidiana. Esforzándonos por fortalecer los lazos de unidad y amor, empezando en el seno mismo de nuestras familias para así poder llevar a la sociedad el testimonio de unidad del cual estamos muy necesitados.
"Es providencial que celebramos esta solemnidad a una semana del ejercicio cívico en el que elegiremos a los nuevos representantes del pueblo a diferentes cargos de servicio en el Estado y a nivel nacional", comentó.
Por último, agradeció a todos sus muestras de afecto en la oración y en sus mensajes con motivo de su XXV aniversario de ordenación episcopal.
CELEBRACIÓN
El arzobispo celebró hace unos días su 25 aniversario episcopal, donde le fueron entregados regalos y muestras de cariño a nombre de toda la Iglesia.
El primero de ellos fue el Ramillete Espiritual anunciado por el Pbro. Javier de la Torre, Canciller de la Arquidiócesis de Monterrey, dando un total de: 14,600 comuniones espirituales, 16,308 rosarios, 14,552 celebraciones eucarísticas, 14,636 sacrificios y 10,507 obras de misericordia.