El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso, explican los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos. Las personas que sufren estrés están experimentando una reacción en su cuerpo que se da ante un desafío o demanda.
El estrés afecta la calidad de vida de las personas y es por ello que precisa prevenirse y tratarse. Estamos en este caso ante un tema relacionado con la salud mental que puede afectar al cuerpo, los pensamientos y sentimientos, y el comportamiento, según precisa el Instituto Mayo Clinic. No controlarlo, puede derivar en muchos problemas de salud.
En este marco, la Universidad de Harvard elaboró un estudio en donde descubrió que las personas impuntuales sufren de menos estrés. La explicación básica es que quienes se preocupan menos por el tiempo y llegar puntual a algún lugar, experimentan bajos niveles de estrés y ansiedad, además de que podrían tener una expectativa de vida más larga.
Según revela la Escuela de Medicina de Harvard, las personas que no viven corriendo constantemente contra el tiempo están alejadas de padecer síntomas relacionados con el estrés, por lo que experimentan un bienestar general y una mejor salud mental.
El estudio difundido por la Universidad de Harvard también señala que las personas impuntuales tienden a ser más productivas en sus trabajos porque toman decisiones de forma eficaz y rápida. Además, relacionan la personalidad de cada ser humano a la impuntualidad que puede darse por tener una percepción más lenta del paso del tiempo. Estas personas son más creativas, relajadas y la impuntualidad los puede caracterizar.
Por lo tanto, si estás padeciendo síntomas relacionados con el estrés, tal vez tendrías que analizar la forma en que percibes cada día el paso del tiempo y si tu puntualidad te está sumando un dolor de cabeza. Entonces, viene bien conocer algunos signos que, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, representan demasiado estrés:
Mala memoria
Dolores de cabeza
Cuello o mandíbula rígidos
Diarrea o estreñimiento
Malestar de estómago
Cansancio
Pérdida o aumento de peso
Uso de alcohol o drogas para relajarse
Problemas para dormir o dormir demasiado
Dolores y achaques frecuentes
Falta de energía o concentración
Problemas sexuales