CIUDAD DE MÉXICO, agosto 22 (EL UNIVERSAL).- Si bien la búsqueda de la eterna juventud ha sido un tema recurrente en la literatura y mitología, un reciente estudio sugiere que la clave para ralentizar el envejecimiento podría estar más cerca de lo que pensamos.
Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard han identificado una infusión que, consumida regularmente, podría ayudar a frenar el paso del tiempo tanto en el interior como en el exterior del cuerpo.
Estudios revelan los beneficios del Té negro
El estudio, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, analizó los hábitos de consumo de té negro de aproximadamente 500 mil personas de mediana edad en el Reino Unido durante más de 11 años.
Los resultados mostraron que quienes bebían al menos dos tazas de té negro al día tenían un riesgo de muerte prematura entre un 9% y un 13% menor en comparación con aquellos que no consumían esta bebida.
El té negro es una de las bebidas más populares a nivel mundial, no solo por su sabor robusto, sino también por sus múltiples beneficios para la salud.
A continuación, se destacan algunos de los más importantes:
Antioxidantes poderosos: El té negro es rico en compuestos antioxidantes, como los polifenoles y flavonoides, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo. Estos antioxidantes protegen las células del daño, lo que puede retrasar el envejecimiento y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardíacas y cáncer.
Salud cardiovascular: Los estudios han demostrado que el consumo regular de té negro puede mejorar la salud del corazón al reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol "malo") y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol "bueno"). Esto contribuye a una mejor salud cardiovascular en general.
Mejora de la función cerebral: La cafeína y L-teanina presentes en el té negro tienen un impacto positivo en la función cerebral, mejorando la concentración y promoviendo la relajación. Esto resulta en un mejor desempeño cognitivo y un estado mental más equilibrado.
Apoyo a la salud digestiva: Los taninos en el té negro tienen propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar molestias digestivas y promover una buena salud intestinal.
Control de peso: Algunas investigaciones sugieren que el té negro puede ayudar en la pérdida de peso al acelerar el metabolismo y aumentar el gasto de energía.
Reducción del riesgo de diabetes: El té negro también ha mostrado potencial en la reducción del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, mejorando la sensibilidad a la insulina y regulando los niveles de azúcar en sangre.
Lo que hace especial a esta infusión es su alta concentración de antioxidantes, que no solo protegen al organismo del deterioro celular, sino que también promueven una mayor longevidad. Este hallazgo es significativo porque sugiere que algo tan simple como incluir té negro en la dieta diaria podría tener un impacto profundo en la salud a largo plazo.
Es importante señalar que, aunque el estudio es observacional y no puede confirmar que el té negro sea la causa directa de una vida más larga, los beneficios potenciales son lo suficientemente prometedores como para considerar su inclusión en una dieta saludable.