CIUDAD DE MÉXICO.- En nuestra búsqueda constante por mejorar la salud y reducir el desperdicio de alimentos, a menudo subestimamos el valor nutricional de las cáscaras de frutas y verduras. Estas no solo actúan como envoltorios protectores, sino que están cargadas de vitaminas, minerales y fibra esenciales. Un claro ejemplo de ello es la cáscara del jitomate, la cual ofrece sorprendentes beneficios para la piel, especialmente en la protección contra el daño solar.
Beneficios nutricionales de las cáscaras
Las cáscaras de frutas y verduras contienen una concentración notable de nutrientes que, en muchos casos, supera a la pulpa misma. Según Michelle Routhenstein, dietista cardiológica preventiva, estas capas exteriores son ricas en fibra, potasio, magnesio y otros micronutrientes esenciales. La fibra presente en las cáscaras es fundamental para la salud digestiva, ayudando a regular el tránsito intestinal y proporcionando una sensación de saciedad, lo que puede ser beneficioso para el control del peso.
Además, las vitaminas y minerales que se encuentran en las cáscaras contribuyen a diversos procesos corporales. La vitamina C, por ejemplo, es crucial para el sistema inmunológico y la síntesis de colágeno, mientras que minerales como el potasio y el magnesio son vitales para la función muscular y la salud cardiovascular.
La cáscara del tomate y su protección solar
Uno de los ejemplos más destacados es la cáscara del tomate o jitomate. Según Wan Na Chun, propietario de One Pot Wellness en Indianápolis, la piel del tomate es rica en licopeno, un potente antioxidante que ayuda a proteger la piel contra el daño solar. De hecho, la cáscara del tomate contiene 2.5 veces más licopeno que su pulpa. Este antioxidante no solo protege contra los daños causados por los rayos UV, sino que también aumenta la producción de colágeno, lo que contribuye a mantener una piel más suave y joven.
Además del licopeno, la cáscara del tomate también ofrece otros micronutrientes como zinc, manganeso y cobre, que son esenciales para la salud de la piel y pueden ayudar a mejorar su elasticidad y firmeza.
¿Qué beneficios para el ambiente trae usar cáscaras de jitomate?
Consumir las cáscaras de frutas y verduras también tiene un impacto positivo en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Theresa Gentile, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de EE.UU., subraya que las pieles vegetales son una fuente de nutrición funcional que a menudo se desperdicia. Incorporarlas en nuestra dieta diaria no solo maximiza el valor nutricional de nuestras comidas, sino que también ayuda a minimizar la cantidad de desechos orgánicos que generamos.
Reconsiderar el valor de las cáscaras y pieles no solo beneficia nuestra salud, sino que también nos ayuda a adoptar prácticas más sostenibles y conscientes con el medio ambiente. Reciclar las cáscaras de frutas y verduras en nuestras recetas puede ser un paso sencillo pero significativo hacia un estilo de vida más saludable y ecológico.
Precauciones al consumir cáscaras
No todas las pieles de productos agrícolas son seguras para comer. Mientras que algunas frutas y verduras, como la manzana o la papa, pueden consumirse sin pelar, hay otras cuyas capas exteriores no deben ingerirse. Por ejemplo, la piel del mango contiene urushiol, el mismo compuesto que se encuentra en la hiedra venenosa, y puede provocar reacciones alérgicas en personas susceptibles. Además, la piel de algunas frutas exóticas, como el lichi, contiene toxinas que pueden resultar dañinas si se ingieren.