CIUDAD DE MÉXICO.- Las personas debemos entender que el proceso de alimentación es muy importante para lograr una salud fuerte y aspirar a una vejez con una buena calidad de vida. Apostar por productos de la naturaleza, alejarse de los vicios, evitar ciertas grasas y llevar a cabo alguna actividad física son los pilares en los que se debe construir un cuerpo sano.
La alimentación debe ser saludable, pues de esta manera nuestro organismo estará recibiendo las vitaminas, minerales y demás nutrientes que precisa para tener un sistema inmune reforzado. Además, estos componentes ayudan a conseguir un correcto funcionamiento de todos los sistemas que intervienen en el cuerpo.
Salud en un pequeño fruto
Al hablar de alimentación se debe entender que, como explica el Instituto Mayo Clinic, la grasa es una parte importante de una dieta, pero hay algunas más saludables que otras. Las grasas son importantes para el uso que hace el cuerpo de muchas vitaminas y porque intervienen en la formación y el funcionamiento de todas las células del cuerpo. Por esto es que algunas grasas son catalogadas como saludables y existe un alimento, entre otros, que la contiene, al igual que fibras y proteínas.
El alimento del cual hablamos es la almendra, un fruto seco que ofrece múltiples beneficios para nuestra salud por su aporte de nutrientes al organismo. Más allá de ser conocido en el mundo de la gastronomía por su sabor y versatilidad, se trata de un alimento recomendado por la Federación Española del Corazón por su alto contenido en proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables.
Las almendras aportan grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, es decir grasas saludables, que repercuten positivamente en la salud de nuestro corazón. Estas tienen la propiedad de reducir los niveles del denominado colesterol malo y, según remarca la Fundación Española del Corazón, este fruto seco mejora las concentraciones de los distintos tipos de grasas presentes en la sangre.
Entre los demás aportes de las almendras aparecen minerales como el calcio y el hierro, vitaminas B y E, un combo que repercute en la salud humana. Desde la Universidad de Pensilvania destacan a este fruto seco por su aporte significativo en la salud de los huesos. Además, desde el ámbito de la nutrición se recomienda incluirlas en la alimentación porque colabora en el control del peso corporal y ayuda a reforzar el sistema inmunológico, por lo que se trata de un gran aliado para el organismo.