Kiersten White el reto de una nueva perspectiva

La escritora es una convencida que la originalidad es un mito

México.— La escritora Kiersten White (Utah, Estados Unidos, 1983) se encuentra por primera vez en la Ciudad de México, aunque anteriormente ha tenido oportunidad de estar en Baja California, “ésta es mi primera vez en la capital y hasta ahora ha sido divertido; es enorme y hay tantas cosas por ver”, comenta en entrevista con Notimex.

      “Divertido” es una de sus palabras favoritas, con ella adjetiva muchísimas de sus frases, demostrando el entusiasmo que le genera no sólo presentar la traducción de sus tres libros: La Última Cazadora (2019), El Engaño de la princesa (2020) y Juegos Mentales (2020), sino conocer a sus lectores mexicanos por primera vez en persona.

      Explico que "no he conocido a ninguno de mis lectores hasta ahora, pero los veré el domingo (hoy) en la FIL de Minería”, cuandio presente sus libros. Señaló que ha tenido oportunidad de convivir en algunos países de América Latina, como Argentina, “y puedo decir que los adolescentes son iguales en todos lados: muy emocionados y apasionados en lo que les gusta".

      Dijo que no lee reseñas, “me parece que no es el espacio para los autores; es más para que los lectores se encuentren con otros lectores. En ese momento el libro ya no le pertenece al autor”, y estimó divertido que “las personas sigan platicando sobre qué es lo que va pasar después en mis historias o cuáles personajes les gustaron más”.

      Los libros de White son historias recontadas con su propia óptica, su más reciente publicación, El engaño de la princesa, es una narración basada en el imaginario de Camelot y el Rey Arturo, y detalló que al recontar una historia “tomas una narración con la que la gente está familiarizada y construyes a partir de ahí”. Su mayor disfrute es “subvertir lo que ya se sabe, contar la historia original de una manera completamente nueva”.

      En el caso específico de su último libro, anotó que “siempre me encantaron las historias del Rey Arturo; pero lo que siempre odié de esas narraciones fue el modo de tratar a las mujeres, parecían no tener la mayor importancia”.

      Recuerda que, al leer esas historias de niña, los personajes femeninos “no eran nada, parecían ser casi como de relleno, no parecían ser una persona real”, y hoy en día lo que le gusta en sus historias “es recontarlas, tomar de esos mundos ideas que me gustan y expresarlas desde un nuevo ángulo”.

      El secreto de la princesa es la primera entrega de una trilogía, “la segunda parte ya está terminada, saldrá en otoño de este año y un poco después se publicará en español”. Sobre la tercera parte, refirió que ya casi lo termina, “de hecho tuve que dejarlo un momento para poder venir aquí, tan pronto esté de vuelta lo podré acabar”.

No existen historias originales

White es una convencida de que hoy en día la originalidad es un mito, “no creo que existan historias originales; todos somos parte de una misma tradición narrativa. Lo que podemos hacer es traer una nueva perspectiva, hacerlo de una manera que emocione”, y ese es el principal reto de los autores actuales.

      Al hablar de la traducción de sus libros, mencionó que es un fenómeno interesante porque “me pregunto si alguien en Bulgaria está traduciendo mi libro y de repente no le gusta una parte y simplemente la cambia o la quita, ¡yo nunca lo sabré”. Sin embargo, ahí es donde radica la confianza en los lectores, “son muy listos y saben cuando un libro es modificado”.

      Señaló que en sus libros “quiero dejar sentado que las mujeres podemos ser fuertes, tanto física como emocionalmente; quiero resaltar la importancia de que las personas tengan compasión”, y por eso le entusiasma conocer gente a través de sus libros “porque de otra manera no las habría podido conocer; conforme el mundo se globaliza más, una buena manera de conectarnos es compartiendo historias, creo que eso es lo más importante”.

      La autora estadounidense resaltó dos particularidades de escribir para un público especialmente joven: “debes asegurarte de tener una historia que los mueva, porque si no lo consigues desde las primeras páginas, simplemente van a dejar de leer. No puedes tener un capítulo sin acción”.

      Otra cosa muy importante es que, aun cuando las historias puedan ser muy oscuras, “porque algunas de las mías lo son”, siempre hay que mantener una esperanza, pues “escribes para jóvenes que quieres que la tengan, ellos van a crecer con ciertas ideas y siempre es mejor terminar con esperanza”, finalizó.