La Universidad Autónoma de Nuevo León lanzó el programa de intervención "Mi Salud", con el cual se busca concientizar y educar a la niñez sobre la problemática de la obesidad.
Elizabeth Solís Pérez, investigadora de la UANL, destacó la importancia de desarrollar una cultura de la, prevención en los infantes, para evitar los múltiples daños en la salud que causa la obesidad.
"Es muy importante desarrollar una cultura de prevención de enfermedades que se desencadenan por la obesidad, como puede ser la diabetes, porque una vez que está en el cuerpo la tienes que controlar, ya que es una enfermedad crónica. Es muy lamentable que algo que se puede evitar no lo hagamos por una cuestión de cultura, falta de voluntad o de atención", explicó Solís Pérez.
Ante tal situación, la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la Máxima Casa de Estudios del Estado invita a padres de familia e hijos a que se sumen a este programa que se centra en la salud, la alimentación y la actividad física en infantes de 6 a 12 años de edad que tienen sobrepeso y obesidad. El registro es sin costo.
"Hasta el momento, hemos evaluado con pruebas de laboratorio a 30 niños, pero la etapa de registro aún está abierta y la fecha de inscripción será hasta el 20 de febrero, ya que queremos completar un total de 80 niños. La idea es que los nuevos niños y niñas que se registren comiencen a ser evaluados los sábados 17 de febrero y 2 de marzo", detalló la especialista en nutrición y líder del proyecto.
El programa Mi Salud se realiza de manera individual y pretende cumplir 26 horas de intervención en donde se les realiza a los pequeños una evaluación del perfil bioquímico, se ven temas de orientación alimentaria y consejos dietéticos, así como talleres interactivos relacionados con la actividad física.
"En primera instancia, las sesiones individuales los niños y niñas las tienen con los médicos y nutriólogos, pero cuando ya se van a ver los talleres sobre alimentación y ejercicios, los toman en conjunto con los padres de familia. Todo esto lo hacemos debido a que hemos detectado en estas edades que los niños tienen una resistencia a la insulina y es un signo que puede estar varios años y está asociado a la diabetes en etapas posteriores. Lo mejor es prevenir antes de que se desarrollen estas enfermedades", recalcó.
Elizabeth Solís Pérez explicó que, además de apoyar a los padres de familia y sus hijos en su bienestar, otro de los objetivos es validar el modelo de atención para que las instituciones correspondientes vean que es posible atender a este sector poblacional por medio de un programa de salud para contener y evitar que más adelante, en su juventud o adultez, sean personas con obesidad u otras enfermedades.