A abrazar lo que les apasiona, a crear vínculos con sus pacientes y a cambiar la vida de alguien fue el llamado que se hizo a las y los 744 egresados de la Generación 2024 de Especialidades Médicas de la Universidad de Monterrey.
La graduación de las y los médicos de las diferentes disciplinas se realizó en los jardines de El Solar, en el campus de la UDEM, donde se realizaron tres ceremonias académicas durante el día.
Las y los médicos se graduaron de diversas especialidades, como Anestesiología, Calidad de la Atención Clínica, Cardiología, Ginecología y Obstetricia, Imagenología Diagnóstica y Terapéutica, Medicina del Enfermo Pediátrico en Estado Crítico, Neonatología, Patología Clínica, Pediatría y Traumatología y Ortopedia, entre otras.
Además de las y los especialistas mexicanos, la generación que se graduó estuvo integrada por alumnos de Colombia y Honduras.
Las ceremonias fueron encabezadas por Lilia García Rodríguez, vicerrectora de Ciencias de la Salud de la UDEM; Jorge Luis García Macías, decano de la Escuela de Medicina de la UDEM, entre otros.
En su mensaje a las y los graduandos, el orador huésped, Terrie G. Flatt, profesor asociado de Pediatría en la University of Missouri-Kansas City School of Medicine, estableció que existe el médico que solo trata la enfermedad y el médico que trata al paciente con la enfermedad.
"Les puedo decir que tratar la enfermedad tiene menos dudas, menos riesgos, menos entrega y mucho menos corazón; yo fui este tipo de oncólogo por varios años, por el miedo de cometer un error y mi falta de experiencia, más allá de los libros", reconoció.
Flatt exhortó a las y los nuevos especialistas a tener un impacto positivo en las personas que los rodean, ya que cada día tienen en sus manos la oportunidad de impactar la vida de sus pacientes y también la de sus seres queridos: "el impacto es permanente, sea cual sea el resultado".
El oncólogo estadounidense los convocó a ser expertos en su oficio, lo cual requiere de disciplina y de aprender tanto de los fracasos como de los éxitos; a veces, según señaló, el experto no tiene respuesta ni solución, y esto requiere de humildad para reconocer lo que no se sabe.
"El médico que trata al paciente es como el nopal: da mucho más de lo que recibe con su conocimiento, compasión, empatía y el acto de escuchar; es una importante lección: cuando el mundo me está cayendo encima y los pacientes tienen cada posible complicación, mi lema es: soy nopal y sobrevivo al día", sentenció.
"Hagan lo que les apasione; sean humildes; convivan con sus pacientes y no tengan miedo de crear vínculos; cambien la vida de alguien y, cuando se sientan vencidos, ¡sean nopales!", aconsejó.