La autora ucraniana Victoria Amelina murió víctima de un ataque con misiles rusos. No solo escribía libros. Sus compañeros y colegas esperan que su trabajo ayude a llevar a los criminales de guerra ante la Justicia.
"Con gran dolor anunciamos que el 1 de julio, en el hospital Mechnikov en la ciudad de Dnipró, el corazón de la escritora Victoria Amelina dejó de latir. Murió a causa de las heridas mortales causadas por un ataque con misiles por parte de los ocupantes rusos a un restaurante en Kramatorsk", se lee en un comunicado de la asociación PEN de Ucrania, del que era miembro. "¡Vuela a la eternidad, pájaro brillante!", escribieron artistas, activistas, periodistas y editores en las redes sociales. El 27 de junio, cuando el Ejército ruso bombardeó Kramatorsk, la escritora de 37 años estaba con una delegación de periodistas y escritores colombianos en el centro de la ciudad, en el este del país.
LA AUTORA
Victoria Amelina nació en Leópolis, en el oeste de Ucrania. Emigró a Canadá con su padre mientras era una escolar y luego regresó a Ucrania, donde estudió en la Universidad Politécnica de Leópolis, trabajó para empresas tecnológicas internacionales y finalmente se dedicó a escribir. Recibió el premio Joseph Conrad, otorgado a jóvenes escritores ucranianos.
En 2014, Amelina debutó con la novela "El Síndrome de Noviembre u Homo Compatiens". En 2015 fue preseleccionada para el premio ucraniano Valery Shevchuk. Su novela "Un hogar para Dom" fue nominada como el mejor libro en prosa del año en el Festival de Literatura de Toloka, en la región de Zaporiyia. También fue preseleccionada para varios premios ucranianos e internacionales. En 2016, se publicó su libro infantil "Someone, or Water Heart" ("Alguien, o Corazón de Agua"). Las obras de Amelina fueron traducidas en varios idiomas.
CRÍMENES DE GUERRA
"La literatura ucraniana ha perdido a una escritora muy madura", lamentó Marjana Sawka, autora y editora jefa de la editorial alemana "Alter Löwe". Amelina escribió capítulos dolorosos de la guerra de Rusia contra Ucrania, porque ella se hallaba constantemente en el epicentro.
En el verano de 2022, Amelina se unió a la organización de derechos humanos "Truth Hounds" y desde entonces trabajó con el equipo en la documentación de crímenes de guerra en el este, sur y norte de Ucrania.
"Había tanta fuerza, profundidad y talento en esta joven frágil y, sobre todo, amabilidad. No sé cómo logró hacer lo que hizo: mirar a los ojos a las personas que sufren por la ocupación y, al mismo tiempo, escribir con calma lo que no se puede escuchar en paz", escribió la escritora ucraniana Irena Karpa.
"La experiencia de documentar crímenes la impulsó como escritora y poeta, comenzó a escribir poesía muy fuerte. Esta surge de su evidencia documental", explicó Marjana Sawka.
"Parecía estar tratando de atrapar todo el dolor en su corazón, dejar que la atravesara. A veces le preocupaba no tener la fuerza suficiente para hacer frente a la magnitud de la catástrofe que nos llegó. Trató de que a los que ella cuidaba, recibieran ayuda", escribió en Facebook la directora del centro de derechos humanos "ZMINA", Tetiana Petschonchik.
Fue Victoria Amelina quien encontró, enterrado en un jardín en el pueblo de Kapitolivka, el diario de Volodimir Vakulenko, el escritor de Izyum asesinado por los ocupantes rusos.
Más tarde, Amelina escribiría en el prólogo del libro de poemas de Vakulenko que se sentía en medio de un "nuevamente tiroteado renacimiento", evocando a los innumerables escritores, publicistas y artistas ucranianos que promovieron un renacimiento cultural en Ucrania, en la década de 1920, y fueron encarcelados, ejecutados o perecieron en campos de prisioneros del régimen comunista soviético en la década de 1930.