CIUDAD DE MÉXICO.- En un mundo cada vez más complejo y desafiante, la búsqueda del bienestar y la felicidad se ha convertido en una prioridad para muchas personas.
La psicología positiva, una rama relativamente nueva dentro de la psicología, se centra precisamente en estos aspectos, proponiendo un enfoque innovador que va más allá de tratar enfermedades mentales para enfocarse en el desarrollo de las fortalezas y virtudes humanas.
Según la webpsicologos, la psicología positiva surgió oficialmente en la década de 1990, impulsada por Martin Seligman, expresidente de la Asociación Americana de Psicología (APA). Seligman argumentó que la psicología tradicional se había centrado demasiado en las patologías y los trastornos, dejando de lado el estudio de las experiencias humanas positivas y las cualidades que hacen que la vida valga la pena.
La psicología positiva se basa en la premisa de que todos los seres humanos tienen la capacidad de llevar una vida plena y significativa. Este enfoque se centra en identificar y fomentar las fortalezas individuales, promover el bienestar emocional y desarrollar una mayor resiliencia frente a las adversidades.
En su libro "La auténtica felicidad", Martin Seligman define la felicidad en tres aspectos clave:
Vida con sentido: Basada en la sensación de trascendencia y el vínculo con algo más grande que uno mismo.
Compromiso: La conexión profunda con la familia, los amigos, la pareja o las aficiones.
Vida placentera: Enfocada en los placeres sensoriales.
Según Martin Seligman, estos tres aspectos son fundamentales para lograr una felicidad duradera y la mayoría de las personas tienden a estancarse en la búsqueda de la vida placentera, sin darse cuenta de que el compromiso y una vida con sentido son igualmente importantes.
La psicología positiva está aportando nuevos métodos y modelos de intervención psicológica, ampliando el repertorio de recursos disponibles para los psicólogos. Potenciar las emociones positivas no solo mejora el bienestar individual, sino que también puede influir positivamente en nuestras relaciones interpersonales, rendimiento laboral y satisfacción con la vida.
La integración de la psicología positiva con otras estrategias y modelos psicológicos puede ofrecer un enfoque más completo y efectivo para abordar la salud mental y el bienestar. En última instancia, el objetivo es utilizar todas las herramientas disponibles para ayudar a las personas a vivir vidas más plenas y satisfactorias.
La psicología positiva nos recuerda que, aunque la vida puede presentar desafíos, también está llena de oportunidades para el crecimiento, la conexión y la alegría. En un momento en que la salud mental es más importante que nunca, este enfoque ofrece herramientas valiosas para construir un futuro más positivo y esperanzador.