Madrid, España.- El Ministro de Cultura y Deporte de España, Miquel Iceta, anunció que su país será el invitado de honor de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara en 2024. El encuentro más grande del sector en español, que en su última edición se celebró con restricciones debido a la pandemia y recibió a más de 250.000 asistentes, tuvo como país invitado a Perú en 2021. Este año, será el turno de Sharjah, una de las siete ciudades de los Emiratos Árabes Unidos, sede de la feria más grande de Oriente Medio. El país invitado del 2023 aún no se conoce, porque las negociaciones para estos acuerdos suelen tomar más de un año. Pero gracias al ministro de Cultura español, se espera desde ya que España viaje a Guadalajara en 2024.
Iceta ha adelantado la información en una comparecencia en la Comisión de Cultura del Senado, aunque aún no se ha firmado un convenio definitivo. Antes de eso, el país europeo será invitado de honor este año en la Feria del Libro de Fráncfort, la mayor feria profesional del mundo. Con los efectos de la pandemia aún sobre el sector, el ministro español ha llamado a las empresas editoriales a “acometer una transformación [digital] en profundidad” para “recuperarse, ganar competitividad en el ámbito internacional y estar mejor preparadas para futuras crisis”.
Esta no es la primera vez que los españoles serán invitados de honor en Guadalajara, sino la quinta vez desde 1993, año en el que la feria comenzó a invitar ciudades o países. En 2017 lo fue la ciudad de Madrid; en el 2010 lo fue la comunidad de Castilla y León; en 2004 fue el turno de la cultura catalana; y en el 2000 lo fue por primera vez todo el país. Por lo general la Federación de Gremios de Editores de España envía un centenar de sellos editoriales a la feria, incluso cuando no han sido invitados de honor, y todos los años viajan varias personalidades públicas españolas. El año pasado uno de esos invitados fue el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien habló en un foro sobre la importancia de la integración latinoamericana.
El impacto de la crisis derivada de la pandemia en el sector se vio en la última edición de la feria, que se organizó con menos asistentes, menos editoriales presentes y menos profesionales del sector, como libreros o agentes literarios. Aunque la FIL logró mantener el 70% de sus patrocinadores, y ajustó sus gastos para un costo total de 105 millones de pesos mexicanos (alrededor de 5,6 millones de dólares), no recuperó la totalidad de la inversión: recuperaron 87 millones de pesos (alrededor de 4,6 millones de dólares), lo que deja un déficit de 18 millones para este año. Pero a pesar de las dificultades económicas, la FIL sigue su largo camino, actualmente con miras a España.