CIUDAD DE MÉXICO, octubre 25 (EL UNIVERSAL).- La lengua como libertad, pero también como diálogo, como pertenencia, como identidad y espacio de creación y exploración de las ideas, fueron parte de los conceptos expuestos y analizados en las dos primeras mesas del Festival Escribidores 2024. "México: vida, muerte y ficción", que ayer inició en la Ciudad de México en un encuentro literario organizado por la Cátedra Vargas Llosa en colaboración con la Universidad de la Libertad, que se convierte en la primera edición internacional de este festival que ha tenido tres ediciones en Málaga, España y que por vez primera cruza el Atlántico.
De ahí que esta edición que ayer reunió a escritores como Mónica Lavín, Guillermo Arriaga, Manuel Francisco Reina, Verónica Murguía, Ana García Bergua y Pablo Sol Mora, haya planteado temas "Una relación de ida y vuelta a través del Atlántico" y "El español, un idioma que crece y se transforma". Y que hoy continúa con otros temas que hoy continuará desde el mediodía con la participación de otros escritores como David Toscana, Ángeles Mastretta, enrique Serna, Alberto Ruy Sánchez, José Manuel Fajardo, Karina Pacheco, Laura Sofía Rivero y Cristopher Domínguez Michael.
Y justo en ese revisar el diálogo de ida y vuelta, no faltó el tema de las relaciones entre México y España. Pablo Sol Mora aseguró que una de las cosas más lamentables que ha ocurrido recientemente en México es está distancia o pausa de relaciones entre España y México, que no ocurre entre la gente de a pie y menos entre los escritores, pero sí ocurre a un nivel político y diplomático que es lamentable.
"México debe reconciliarse por completo con su pasado, con su plural pasado indígena, pero también con su pasado español, hispánico. Tan absurdo, tan idiota es renegar de lo hispánico o de lo español, como sería renegar de lo mexica o de lo maya o de cualquiera de nuestros pueblos indígenas, porque México es precisamente la síntesis de las dos cosas", señaló Sol Mora.
Verónica Murguía y Ana García Bergua plantearon la necesidad de reforzar el encuentro desde la lectura de escritores de todos los países de habla hispana. Murguía dijo que antes hubo otro momento de plenitud con el Boom, pero luego ese diálogo se cerró. "Ahorita estamos como comenzando un diálogo, porque hubo un tiempo en el que quedamos en un complejo de isla, de esta cosa insular que viene con el nacionalismo que es muy fea. Hay que leer españoles, pero también chilenos, peruanos, ecuatorianos. Ahorita creo que hay una mini apertura y con prejuicios, pero ahí vamos".
En esa revisión a la lengua, al español como idioma que crece y se transforma, la escritora Mónica Lavín apuntó en las palabras que eligen usar los escritores y en las que hoy quieren que dejen fuera, "creo que uno de los grandes problemas actualmente es la corrección política y la corrección política como censura en la escritura me parece que no puede ser el criterio para las palabras que elegimos, si tenemos que poner negro vamos a poner negro, etcétera. Creo que es una batalla a la que ahora le tocan tiempos difíciles".
Guillermo Arriaga llamó a los escritores a no dejarse, "y la forma de no dejarnos es decir ´prefiero ir a chingar a mi madre que cancelarme yo solito, a censurarme yo solito´". El escritor habló también de sus obsesiones, de sus pasiones con el lenguaje, de sus retos. Dijo que en su escritura no puede con las cacofonías, tampoco con los lugares comunes.
"En mi obsesión con las palabras me fascinan las etimologías. La etimología me permite explorar realmente lo que estoy queriendo decir, interesarme en una serie de imágenes que creo que son valiosas para la construcción", también dijo que a veces los escritores "recurrimos a la parte más fácil, al lugar común. Es muy difícil escapar de eso que se ha usado y se dice muchas veces. No sólo es la palabra precisa, sino que esa palabra precisa no se haya usado anteriormente".
Mónica Lavín aseguró que el escritor siempre es la prueba más clara de la viveza de la lengua porque en sus obras da cuenta del contexto que lo rodea, incluso el escritor que escribe una novela histórica situada en otra época en realidad está usando la lengua de su tiempo, de su época, "creo que el escritor es la prueba de su tiempo y es también la posibilidad de la invención de palabras en imágenes".
La colaboradora de EL UNIVERSAL agregó que, al escribir, cada uno de los escritores "va conformando su mapa de identidades y de una búsqueda que seguramente se refleja en las palabras que elegimos que en la novela tenemos que persuadir de realidad sólo tenemos la imaginación y el lenguaje. Y por otro lado crea memoria. No es que el escritor se proponga funcionar como un Museo de la Lengua, pero involuntariamente ahí queda una memoria de ese brillo".
Por su parte, el escritor español Manuel Francisco Reina cuestionó el maltrato al español con las mezcla y contaminaciones innecesarias de otras lenguas. "Debemos ser más cuidadosos porque además hay formas sutiles de anularnos, de colonizarnos en la que caemos todos". Y puso como ejemplo que desde la intelectualidad se ha asumido el término "latinoamericano".
"El concepto latinoamericano se acuña desde el supremacismo intelectual blanco anglosajón norteamericano para borrar la historia de América, de las culturas precolombinas americanas, pero también para borrar la importancia del español en América", dijo y agregó que el lenguaje no es inocente, la terminología no es siempre inocente y a veces incluso desde la intelectualidad asumimos conceptos que no son nuestros y que vienen a borrar nuestra propia historia, nuestra propia tradición, nuestra propia memoria y deberíamos ser más combativos en el uso de conceptos, de términos.
El festival Escribidores 2024. México: vida, muerte y ficción, continúa hoy en la Universidad de la Libertad, a partir de las 12:30 horas e incluye cuatro mesas de diálogo. El encuentro será clausurado por Álvaro Vargas Llosa, hijo del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, justo a nombre de la Cátedra Vargas Llosa, y de Sergio Vela, en representación de Grupo Salinas, que es coorganizador y anfitrión del encuentro literario cuya propuesta es mantener en los próximos años.
Mónica Lavín aseguró que el escritor siempre es la prueba más clara de la viveza de la lengua
Escritores se reúnen en el Festival Escribidores 2024
Mónica Lavín aseguró que el escritor siempre es la prueba más clara de la viveza de la lengua