La gestión, la formación y la creación son los tres ejes con los que el compositor Rodrigo Sigal resumió su trayectoria, a la hora de dar sus palabras de agradecimiento, ayer en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, por la entrega de la Medalla Bellas Artes 2024 en el área de Música.
Sigal, reconocido por la exploración de nuevas tecnologías para componer música electroacústica, empezó su discurso haciendo énfasis en el peso que, en su proyecto de vida, ha tenido el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS), el cual se ha consolidado en Morelia, Michoacán, durante las últimas dos décadas. "Llevo más de 20 años en Morelia y me ha dado todo lo que tengo, incluidos mis hijos, mi trabajo y mis actividades de todos los días", dijo Sigal y resumió la satisfacción que le han dado los tres ejes, citados inicialmente, como la fortuna de hacer todos los días lo que ama.
Recordó que, a mediados de la década de 1990, cuando era estudiante del Conservatorio Nacional de Música, su maestro de Composición, Mario Lavista, le decía que no dejara de ir al Palacio de Bellas Artes; que aprovechara toda su oferta cultural, y siempre, en la siguiente clase, le cuestionaba qué actividad del INBA había visto en los últimos días.
Lavista, además, hizo hincapié en la importancia de que el compositor se vincule con los intérpretes, algo que, para presentarlo, le reconoció el flautista y compositor Alejandro Escuer a Sigal.
Escuer destacó justo las actividades emanadas del CMMAS: publicaciones, revistas, discos y el Festival Internacional de Música y Nuevas Tecnologías, Visiones Sonoras, cuya edición, este año, le rendirá homenaje especial al compositor Javier Álvarez, falleció en 2023 y también fue maestro de Sigal, quien recordó cómo él le hizo reflexionar sobre lo que significa la creación de música con nuevas tecnologías, una etiqueta que hoy, quizá podría en duda: "Creo que la música al final es una sola cosa y lo que importa es que conmueva, que signifique algo a quien la hace y quien la escucha. Creo que, al final, es un lento proceso para refinar las habilidades y respaldar los instintos".
Las palabras de Escuer sobre el CMMAS complementaron las de la directora del INBAL, Lucina Jiménez: "Al Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras le brotaron muchos frutos, muchas ramas y experiencias que sólo alguien que tiene un pensamiento musical y apegado a la innovación y la experimentación podría haber imaginado".
Además, Escuer recordó una de las primeras veces que entró en contacto con Sigal y cómo lo impresionó su originalidad, al presentar su concierto en una sala de cine y pedirle al público que utilizara una máscara durante éste.
Al agradecer la entrega de la Medalla, Sigal dijo que se siente afortunado de haber desarrollado su carrera en un país como México, "con políticas culturales que, a pesar de la incertidumbre y cambios constantes, han sido definitivas para el contexto actual de la música nueva y otras disciplinas".