CIUDAD DE MÉXICO.- Un geógrafo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pronosticó que en el 2021 se desencadenarán una gran cantidad de incendios forestales, pues anualmente se registran un aproximado de siete mil eventos en los que la concurrencia de fuego se presenta, sucesos que, pese a que en muchas ocasiones pertenecen a procesos ecológicos naturales, causan un sinnúmero de efectos negativos en los ecosistemas, como la pérdida del ecosistema y la muerte de animales.
Christoph Neger, del Instituto de Geografía (IF), expresó que nos enfrentamos a la época en que los incendios forestales se hacen presentes. Esta clase de fenómenos ocurren entre los meses de marzo y junio, localizándose comúnmente en áreas tropicales de nuestro país. Esto sucede por la acumulación de combustibles forestales, que no son más que materia vegetal, producto de los ecosistemas, como hojas caídas, ramas y humus, un tipo de sustancia negruzca que se localiza en la parte alta de los suelos.
Durante la conferencia virtual "Los incendios forestales: reto para la conservación de los bosques tropicales de México", el académico mencionó que la extensión de hectáreas afectadas por estos siniestros equivale a 443 mil hectómetros cuadrados. Las superficies más afectadas son al sureste y al norte de nuestro país, mientras que los fenómenos que tienen lugar en ellas son conocidos con los términos de "El niño" y "La niña", respectivamente.
Para dimensionar el área que es abrasada por el fuego, el investigador comparó las zonas incendiadas con dos veces y media la superficie de Ciudad Universitaria (CU), aclarando que las cantidades pueden variar, ya que como sucedió en los dos años que anteceden al actual, en 2020 la incidencia fue menor frente al grado de afectaciones sucedidas durante el 2019. Sin embargo, expresó que el 2021 "podría ser un año de numerosos incendios forestales en México".
¿Cómo nos afectan los incendios forestales?
De acuerdo con Neger, los incendios forestales tienen como consecuencia diferentes impactos y no todos son negativos, ya que en algunos casos, el fuego forma parte de los procesos ecológicos que se desarrollan de forma natural. Sin embargo, el número de estos fenómenos aumentaron por la actividad humana.
Entre los efectos negativos, el geógrafo señaló la pérdida de vegetación, así como de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos; la muerte de animales silvestres; erosión del suelo (pérdida y destrucción de las primeras capas del suelo); lesionados y fallecimiento de personas, en particular de brigadistas; del mismo modo que, daños a la salud de la población por la inhalación de humo.
El estudioso agregó que la proporción incontrolable de los fuegos también provoca afectaciones al tráfico vehicular y aéreo; muerte de ganado y pérdidas materiales, daños en cosechas e infraestructura, además de actuar como antagonista en la contribución del cambio climático, al generar hasta un 15% de las emisiones que alteran la composición de la atmósfera mundial.
En este contexto, el catedrático de la UNAM refirió que el cambio climático incrementa el riesgo de incendios forestales mundiales: "Esto ocurre cuando las temporadas de secas se vuelven más largas e intensas". Fue así que enunció que los países más susceptibles a atestiguar dichos siniestros son África Subsahariana, Australia, Rusia, el oeste de Estados Unidos, Indonesia y Brasil. Mientras que, la Antártida es el único continente en que no son efectuados.
México y los incendios forestales
Neger agregó que a pesar que los incendios forestales en la región mexicana representan el 10% de toda la superficie afectada a través del mundo, es importante estudiar estos fenómenos para diseñar políticas públicas para su prevención, "sobre todo por los servicios ecosistémicos indispensables que proporcionan a la sociedad, como la captura y almacenamiento de agua", puntualizó.
"Debemos conservar selvas y bosques, sobre todo aquellos en los que estaban casi ausentes estos fenómenos; en una selva alta perennifolia, por ejemplo, ocurrirían en un orden de siglos", manifestó el especialista y exhortó a la población a concientizar sobre sus prácticas cotidianas, ya que la actividad humana es una de las responsables del aceleramiento de este proceso.
Tal es el caso de las comunidades rurales, que utilizan el fuego para sus tareas agropecuarias, como herencia del sistema tradicional de roza, tumba y quema a fin de preparar las tierras para el cultivo, por lo que recomendó un manejo adecuado del fuego que incluya: prevención física y sensibilización de la población frente a la realización de estas actividades.
Geógrafo de la UNAM
En 2021, gran cantidad de incendios forestales
Geógrafo de la UNAM