CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 4 (EL UNIVERSAL).- La ofrenda de Día de Muertos es uno de los rituales más importantes de la festividad mexicana. Conforme lo dicta la tradición, representa un vínculo entre la vida terrenal y los seres que ya no están.
Una de sus principales características es que se compone de 7 niveles, los cuales están decorados con elementos simbólicos como el agua, sal, pan, flores de cempasúchil, incienso, cirios y los artículos favoritos del difunto.
De manera oficial, el altar se coloca el 1 y 2 de noviembre, cuando las almas viajan del Mictlán para reencontrarse con sus familiares. Y, por lo general, se retira el tercer día del mes, aunque una mala práctica al realizar dicha tarea es desechar los alimentos a la basura.
Durante los últimos años se ha popularizado la tendencia de hacer las ofrendas de Día de Muertos de manera sustentable. Esto implica aprovechar los alimentos y residuos orgánicos para producir composta.
La composta es un abono orgánico que se forma por la degradación microbiana de materiales acomodados en capas y sometidos a un proceso de descomposición, explica la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Además, sirve para promover el crecimiento de las plantas; mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo; como fuente de alimentos para los microorganismos; nivelar el pH del suelo; y contribuye a la descomposición de algunos residuos agrotóxicos.
En ese sentido, los alimentos de la ofrenda de Día de Muertos que se pueden aprovechar para producir composta son:
Sobras de frutas
Vegetales
Hojas muertas del cempasúchil
Otras alternativas para reciclar son: reutilizar el papel picado para decoraciones, hacer pigmentos textiles con las flores, aprovechar los beneficios del cempasúchil para crear insecticidas o utilizar el aserrín para combatir la humedad en espacios poco ventilados.
¿Se pueden comer los alimentos de la ofrenda de Día de Muertos?
Para el caso de platillos, pan o alimentos incluidos en la ofrenda de Día de Muertos, se pueden comer siempre y cuando no se encuentren en estado de descomposición o hayan estado expuestos a la intemperie.
Por lo anterior, cuando se coloca el altar se recomienda poner las frutas, verduras y guisos en recipientes de cristal para conservarlos en buen estado por más tiempo.
Finalmente, los dulces o productos cerrados- como refrescos y jugos- pueden consumirse sin que represente un peligro para la salud.