CIUDAD DE MÉXICO.- Todos hemos oído a alguien roncar alguna vez y es más, seguramente también hayamos sido nosotros el que ronca en alguna ocasión. Y es que, excepcionalmente, los ronquidos pueden ser normales y no suponer problema alguno, pero cuando se vuelven continuos y crónicos, no solo pueden poner en riesgo tu salud, sino también la de tu relación de pareja.
La realidad que muchas parejas experimentan una vez que se apaga la luz puede convertirse paradójicamente en una pesadilla a ojos abiertos: el martirio de no poder dormir. El equipo de la Clínica Mayo explica que los ronquidos aparecen por los movimientos de vibración de los tejidos de la vía aérea superior, donde se sitúa la garganta. Estas vibraciones producen diferentes grados de dificultad en el paso del aire por las vías respiratorias, llegando incluso al colapso de la garganta durante el sueño.
Las causas pueden ser múltiples, desde alteraciones craneofaciales, alteraciones de la vía aérea superior, alteraciones nasales que condicionen una dificultad al paso del aire inspirado o hasta el exceso de peso. Para diagnosticar el trastorno, el médico realizará un examen físico, además de una prueba de diagnóstico por imágenes, como una radiografía, una exploración por tomografía computarizada o una resonancia magnética.
De igual manera, según la gravedad de los ronquidos, el médico puede realizar un estudio del sueño. Por lo cual, quizás tengas que pasar la noche en un centro del sueño para someterte a un análisis exhaustivo de la respiración durante el sueño que se realiza a través de un estudio denominado polisomnografía. Durante este estudio se registran las ondas cerebrales, nivel de oxígeno en sangre, frecuencia cardíaca, frecuencia de respiración, etapas del sueño, movimiento de los ojos y las piernas.
El tratamiento es personalizado y se brinda al paciente luego de poder identificar la causa. No todos los pacientes son candidatos para todos los tratamientos, porque no es lo mismo ser un roncador ocasional que uno frecuente, y tampoco es lo mismo que las causas sean anatómicas a que estén ligadas a los hábitos de la persona.
Hay soluciones quirúrgicas y otras no quirúrgicas, entre las cuales la primera medida es controlar el peso si es que se está excedido, y una correcta higiene del sueño, evitar el consumo de alcohol antes de dormir, tratar la congestión nasal, evitar descansar boca arriba, cenar liviano y hacerlo por lo menos dos horas antes de acostarse.
Debido a que los ronquidos son un problema tan común, existen numerosos productos disponibles, como aerosoles nasales o terapias homeopáticas. Sin embargo, en los casos en los que los ronquidos vienen acompañados de apnea obstructiva del sueño, el médico puede recomendar:
Artefactos bucales: Estos dispositivos personalizados adelantan la mandíbula, lengua y paladar para mantener abiertas las vías aéreas. Se requiere colaboración con especialistas dentales y del sueño. Posibles efectos secundarios incluyen salivación excesiva, sequedad bucal, dolor de mandíbula y molestias faciales.
Presión positiva continua de la vía aérea: Involucra el uso de una máscara que envía aire presurizado para mantener abiertas las vías aéreas. Es efectiva para tratar los ronquidos asociados con la AOS, aunque algunas personas pueden encontrarla incómoda.
Cirugía de las vías aéreas superiores: Diversos procedimientos buscan abrir las vías aéreas, como la uvulopalatofaringoplastia (UPFP), avance maxilomandibular (MMA), ablación de tejido por radiofrecuencia y estimulación del nervio hipogloso. La efectividad varía, y los resultados son difíciles de predecir en cada paciente.
Es importante destacar que los hombres tienden a roncar más que las mujeres, siendo esta una queja común en muchas relaciones. Cuando los ronquidos llegan a afectar la calidad de vida de las personas, lo recomendable es acudir a un médico especialista en trastornos respiratorios del sueño.
Es importante destacar que los hombres tienden a roncar más que las mujeres
El tratamiento para las personas que sufren de ronquidos
Es importante destacar que los hombres tienden a roncar más que las mujeres