CIUDAD DE MÉXICO, mayo 20 (EL UNIVERSAL).- En reiteradas oportunidades hemos señalado que los alimentos contienen la mayor cantidad de vitaminas, minerales, proteínas, fibra y nutrientes con los que el cuerpo humano garantiza su correcto funcionamiento. Una dieta balanceada o saludable es sumamente recomendada si lo que se busca es tener una salud fuerte.
De todos modos, no siempre se trata de temas muy serios en cuento a la salud, sino que la correcta elección de los alimentos que consumimos puede repercutir en diferentes aspectos que hacen a nuestra calidad de vida. En esta oportunidad, pondremos el foco en el insomnio y de qué manera, a través de nuestra alimentación, podemos llegar a conciliar el sueño.
Un mineral muy importante
Desde el Instituto Mayo Clinic señalan que el insomnio es un trastorno común del sueño que dificulta quedarse o mantenerse dormido. Este puede agotar nuestro nivel de energía y afectarnos el estado de ánimo, la salud, el rendimiento en el trabajo y la calidad de vida. Mejorar esta situación por lo general puede conseguirse con algunos cambios simples en nuestros hábitos diarios o en la alimentación.
Si eres una de las personas a las que en la actualidad les está costando conciliar el sueño, debes saber que existe un mineral que ayuda a tratar el insomnio. Se trata del magnesio, un mineral que no produce nuestro cuerpo de forma natural pero que le podemos aportar mediante la alimentación o con suplementos nutritivos.
El magnesio colabora en la producción de la melatonina, hormona conocida por regular el sueño. Además, este mineral ayuda a equilibrar neurotransmisores que interfieren en el deseo de dormir, pero también ofrece propiedades para disminuir el estrés y la ansiedad, y relajar los músculos y el sistema nervioso.
Este mineral puede incorporarse a través de distintos alimentos, pero existen 7 que son los que más lo contienen y son destacados por la especialista en nutrición Anna Taylor, de la Clínica Cleveland de Estados Unidos. Por ello te los detallamos a continuación.
Frutos secos y semillas: entre los que más magnesio aportan se destacan las semillas de lino, almendras, semillas de chía, maní y pepitas de calabaza.
Legumbres: la especialista remarca que las ideales para nuestra dieta son la soja tierna, porotos negros y las alubias de Lima.
Cereales integrales: la quinoa y el trigo son los principales aportantes de magnesio.
Leche y yogur descremados: son productos lácteos bajos en grasa que aportan calcio y magnesio.
Verduras de hoja verde: Taylor recomienda el consumo de col rizada, espinaca y acelga.
Fruta: productos como las moras, la banana y la papaya poseen un alto contenido de magnesio.
Agua: ya sea la de grifo, como la embotellada y mineral, el agua suma magnesio a nuestro cuerpo y lo mantiene hidratado.