CIUDAD DE MÉXICO.- La exploración espacial todavía tiene mucho que revelarnos. En los últimos años hemos quedado impresionados con las imágenes que nos llegan de otros planetas y todo lo que se ha ido descubriendo. Sin embargo, ese desarrollo tiene un precio y es que estamos llenando el espacio de basura y otros objetos que en ocasiones esta puede perder el control y regresar a la Tierra.
Ahora mismo en la órbita de nuestro planeta hay un cohete de origen chino fuera de control con una altura de más de 30 metros y 22 toneladas de peso. Se trata del cohete Long March 5B que lanzó el primer fragmento de la nueva estación espacial de Beijing la semana pasada y volverá a entrar en la atmósfera de la Tierra en algún momento de este fin de semana.
El caso ha llamado la atención porque hay una gran probabilidad de que partes del cohete caigan en el océano, por lo que, al menos en la opinión de Dan Oltrogge, fundador de la Coalición de Seguridad Espacial, una firma que ayuda a las empresas a rastrear el tráfico espacial, no debemos preocuparnos. "Gran parte de la Tierra está cubierta de agua, por lo que casi no hay riesgo. El riesgo para el público no es cero, pero es mucho menor si se dirige a los océanos", dijo al medio The Verge.
Actualmente el Comando Espacial de Estados Unidos, que ayuda a rastrear las aproximadamente 27 mil piezas de basura hechas por los humanos que están en órbita, así como la agencia rusa Roscosmos, están rastreando la ubicación del cohete. El problema es que su punto exacto de llegada a la Tierra no se puede identificar hasta pocas horas después de su reentrada. Se calcula que será el día de mañana, 8 de mayo, cuando el cohete caiga en la Tierra.
Algo que hace diferente a esta situación es que, la mayoría de los cohetes como el que está por regresar, no entran en órbita, sino que caen al océano justo después de su lanzamiento luego de impulsar otra etapa de cohete más pequeña. Pero el modelo Long March 5B tiene un diseño único que coloca toda la primera etapa en órbita terrestre baja para entregar su carga útil: un módulo Tianhe de 22.5 toneladas que servirá como alojamiento para la nueva estación espacial de China en los próximos años.
El problema es que ahora el cuerpo del cohete no se puede maniobrar ni controlar. Aunque, de acuerdo con su trayectoria, los especialistas prevén que las posibilidades de un reingreso en un área poblada son escasas, no está claro por qué China permite que los grandes cohetes desciendan de manera incontrolable en lugar de usar una maniobra para guiarlos hacia el océano.
Los riesgos
A pesar de que no se cree que afecte alguna zona con población, lo cierto es existen algunas preocupaciones sobre la seguridad espacial. Por ejemplo, los especialistas han señalado que lanzar una etapa masiva de cohetes a la órbita terrestre baja, donde el tráfico entre satélites y basura espacial está aumentando drásticamente, es arriesgado.
Además, se espera que partes del cohete sobrevivan a la ardiente caída de regreso a través de la atmósfera de la Tierra, basta con decir que piezas de un cohete Long March 5B cayeron del cielo sobre Costa de Marfil en África el año pasado después de enviar un satélite experimental al espacio.
Aún así el astrofísico Jonathan McDowell de Harvard en un correo electrónico enviado a The Verge recordó: "Los objetos vuelven a entrar casi todos los días, y una vez cada pocos meses hay algunas cosas que llegan al suelo. Pero esta es solo la segunda vez (después del reingreso del mismo tipo de cohete el año pasado) en 30 años que algo tan masivo ha vuelto a entrar sin control".
Otros casos similares al que se está por vivir incluyen a Tiangong-1, la primera estación espacial prototipo de China que se lanzó en 2011 y volvió a entrar incontrolablemente a la Tierra en 2018, pero en su mayoría se rompió en la atmósfera sobre el Océano Pacífico Sur. Aún así, en el momento de la reentrada era de 7 toneladas, es decir, significativamente más pequeño que el tamaño de Long March 5B.
China nunca ha proporcionado detalles del diseño del cohete ong March 5b, por lo que los investigadores no pueden predecir exactamente cómo se romperá en la atmósfera de la Tierra. Lo que sí han señalado es que entre el 20 y 40% del objeto debería caer en nuestro planeta.
Si llegara a suceder que el cohete caiga en una zona poblada, según el tratado de la Convención de Responsabilidad Espacial de 1972, los países son responsables de los objetos que lanzan al espacio por lo que se esperaría que China pague por cualquier daño.
Ahora mismo en la órbita de nuestro planeta hay un cohete de origen chino fuera de control con una altura de más de 30 metros y 22 toneladas de peso.
El cohete que se estrellará contra la Tierra
Ahora mismo en la órbita de nuestro planeta hay un cohete de origen chino fuera de control con una altura de más de 30 metros y 22 toneladas de peso.