CIUDAD DE MÉXICO.- El arroz blanco, un alimento básico en muchas culturas y dietas alrededor del mundo, es una fuente de preocupación según un reciente estudio de la Universidad de Harvard. A pesar de su popularidad y presencia constante en diversas cocinas, el estudio revela que el consumo frecuente de arroz blanco podría no ser la opción más saludable, especialmente para personas con ciertas condiciones médicas como la diabetes.
El arroz blanco es un producto refinado, lo que significa que durante su procesamiento industrial se le retira la cáscara, resultando en una pérdida significativa de fibra y nutrientes esenciales. Esta característica le confiere un alto contenido en hidratos de carbono, con aproximadamente 28,2 gramos por cada 100 gramos de arroz.
La preocupación principal de los investigadores de Harvard radica en el índice glucémico (IG) del arroz blanco. Los alimentos con un alto IG, como es el caso del arroz blanco, causan un aumento rápido en los niveles de insulina y azúcar en sangre. En contraste, los alimentos con un bajo IG tienen un efecto más lento y menos pronunciado sobre estos niveles. El estudio compara el consumo de arroz blanco con ingerir azúcar de mesa pura, lo que puede provocar picos rápidos y altos de azúcar en la sangre.
Este descubrimiento sobre el arroz es particularmente relevante para las personas con diabetes, quienes deben monitorear cuidadosamente su ingesta de carbohidratos para mantener su nivel de azúcar en sangre bajo control. La elección de carbohidratos saludables es crucial para prevenir no solo la diabetes, sino también enfermedades cardíacas y varios tipos de cáncer.
Frente a estos hallazgos, la Universidad de Harvard sugiere evitar el arroz blanco y otros alimentos de alto IG, como la avena instantánea, los copos de maíz, las papas al horno, el pan blanco y el maíz. En su lugar, recomienda optar por alimentos de bajo IG, que ayudan a mantener niveles estables de azúcar en la sangre.
Entre las alternativas saludables al arroz blanco se encuentran la quinua, la cebada, el trigo burgol y el arroz de garbanzos. La quinua, por ejemplo, es una proteína completa con un alto contenido de fibra y nutrientes como hierro, magnesio y zinc. La cebada, por su parte, es rica en fibra, vitaminas y minerales, y posee betaglucanos que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol. El trigo burgol es otro grano integral rico en fibra, vitaminas y minerales, ideal para ensaladas, sopas y guisos. Por último, el arroz de garbanzos, un producto innovador hecho a partir de garbanzos, es una excelente fuente de proteínas, fibra y vitaminas.
La preocupación principal de los investigadores de Harvard radica en el índice glucémico (IG) del arroz blanco.
El arroz blanco produce altos picos de azúcar en la sangre
La preocupación principal de los investigadores de Harvard radica en el índice glucémico (IG) del arroz blanco.