El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey albergará la exposición "Dan Flavin: Obras de la colección Dia Art Foundation".
Dicha exposición, es la primera muestra en México dedicada a analizar la producción de una figura clave en el minimalismo norteamericano, aunque en vida rechazó cualquier etiqueta, es pionero en la incorporación de luz fluorescente en la producción artística y cuyas instalaciones envuelven al espectador en contenedores multicolores.
La muestra reúne 24 de las obras más destacadas en la producción de Flavin, creadas entre 1962 y 1974, provenientes del acervo de Dia Art Foundation, seleccionadas curatorialmente por Humberto Moro, director del programa de la institución. Se encuentran desde las primeras obras en las que utiliza luz hasta series que realizó por varios años.
Fallecido en 1996, Dan Flavin fue el primer artista en utilizar la luz como un medio de producción artística, con la que lograba transformar el espacio y la percepción del público a través del color y los efectos de la luz fluorescente.
La presencia de la obra de Flavin en el país es el resultado de la sinergia del MARCO con Dia Art Foundation, institución establecida en Nueva York desde 1974, inicialmente dedicada a apoyar a los artistas en proyectos de gran escala y producción, desde instalaciones de sitio específico hasta exhibiciones individuales. En este sentido, el organismo produjo e integró a su acervo una parte importante de la obra de Flavin, convirtiéndose en un actor importante en la preservación de su legado.
La exhibición Dan Flavin: Obras de la colección Dia Art Foundation es producida por MARCO gracias al financiamiento del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción de Artes Visuales (EFIARTES), con el apoyo de Cuprum, FEMSA y Metalsa. El Museo es patrocinado por Gobierno del Estado de Nuevo León, a través de la Secretaría de Cultura de Nuevo León; Arca Continental, CEMEX; además de: Xignux, Municipio de Monterrey, Cydsa, FRISA y Arte Expuesto.
LA EXPOSICIÓN
El recorrido por la muestra resulta en una experiencia lumínica por ambientes generados por las instalaciones que van cambiando.
En la primera parte se reúnen las obras en las que utilizó luminarias blancas, permitiendo ambientes relacionados con la espiritualidad, la contemplación y la introspección, mientras que la segunda parte hay una transición a los colores brillantes que evocan una diversidad de emociones y sensaciones en el público.
Icon VII (Via Crucis), realizada entre 1962 y 1964, es la obra que abre la muestra, en la que el artista remite a la representación del Cristo crucificado en la historia de la pintura, y que es una de las pocas obras religiosas minimalistas. La pintura de acrílico negro sobre masonite tiene en la esquina superior derecha un tubo de luz blanca que resplandece hacia arriba, remitiéndose al significado religioso de la luz como algo divino, pero al mismo tiempo, al ser luz artificial manufacturada, genera un contrapeso con lo profano.
Pertenece a su serie en la que comienza el uso de la luz, conocida como "íconos", término que remite a la formación católica del artista, pero a diferencia de las representaciones de arte sacro con figuras enaltecidas, los íconos de Flavin son seres queridos o personajes destacados que han influido en su carrera, es decir, son personas más humanizadas. La obra fue creada en una época donde los artistas exploraban en el arte otras formas de espiritualidad, en una época donde la religión estaba perdiendo su lugar central en la sociedad estadounidense.
Después, la muestra continúa con la serie que Flavin dedica a Vladimir Tatlin (1855-1953) considerado uno de los artistas más importantes de la vanguardia rusa, a quien le fue comisionado en 1919 el Monument to the Third International, proyecto de monumento de la Tercera Internacional (Partido Comunista) que no llegó a construirse y solo se quedó en planos y bocetos.
A partir del proyecto creado por Tatlin, el artista Dan Flavin reinterpreta el proyecto en una serie que realizó entre 1964 y 1974, para cuestionar la idea de monumentalidad y permanencia de las obras con una producción que se distingue por su carácter efímero y su capacidad de reconfigurar el espacio donde se encuentra, parte de un proyecto donde el arte funciona como promoción de una visión política.
Mientras el diseño de Tatlin es una estructura tridimensional con una estructura en espiral y en forma de torre irregular, Flavin presenta exploraciones minimalistas del monumento, simplificando al máximo el volumen y la forma.
En la obra de Flavin, la luminaria funciona como un elemento escultórico, que, al estar encendida, transforma el espacio donde se encuentra dependiendo de las cualidades arquitectónicas, generando un ambiente por el que transita el espectador. Entonces, la obra de arte no está delimitada a un solo objeto y sus dimensiones, sino que la cualidad del objeto transforma e impacta el espacio donde se encuentra. Es decir, La luz en la obra de arte se convierte en protagonista al trascender como objeto artístico, generando en el espectador una experiencia sensorial y emocional.