De Aguinaga: Los versos de Ortuño, desafío a la poesía conservadora

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 13 (EL UNIVERSAL).- Una poesía con interferencia, con subversión y sin perseguir la verdad define al trabajo poético del escritor y bibliotecario Ángel Ortuño (Jalisco, 1969–2021), autor de 15 libros y un centenar de poemas escritos a lo largo de 26 años de trayectoria.
Ortuño, quien falleció a los 53 años, fue considerado por críticos como un poeta irreverente y transgresor de la poesía misma, que utilizó sus versos para ironizar sobre las dificultades que atraviesa la sociedad día con día.
Debido a la importancia de dialogar sobre la impronta que dejó Ortuño en la poesía, la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM editó el libro Poesía. Ángel Ortuño (2023) que recopila 41 poemas provenientes de los diversos libros del escritor.
La selección de los versos, así como el texto introductorio, estuvieron a cargo del escritor Luis Vicente de Aguinaga, que definió los versos de Ortuño como un desafío a la poesía conservadora.
"Ángel huía de lo convencional, de lo que se consideraba típicamente poético, él siempre encontraba situaciones particulares que hacían que los temas parecieran caprichosos o incomprensibles, eso lo convirtió en un poeta particular", dijo De Aguinaga en entrevista.
Otra cualidad que resaltó el escritor sobre la obra de Ortuño es la forma de los poemas, que en su mayoría son cortos y directos. "Sus poemas son breves, concentrados, incluso puede parecer extraño porque sus escritos van en contra de lo cotidiano", señaló.
Para el escritor, los poemas de Ortuño son descripciones de realidades extravagantes que, en el medio, retratan crisis, para concluir con algo que no siempre es comprensible. "Es una poesía con interferencia, como una radio distorsionada que hace chocar dos ondas de sonido; sus poemas son ruidos, vibraciones anómalas que uno debe digerir", expresó De Aguinaga.
Entre los temas que Ortuño abordó en su obra se encuentran el extremismo político, los comportamientos sexuales y eróticos heterodoxos, el aislamiento, la mutilación, la tortura y el fanatismo. "Son temas recurrentes, extraños y que no persiguen la verdad", concluyó De Aguinaga.