Cumple 25 años en la UANL Centro de estudios de género

La visión ha sido contribuir en la formación científica de personas universitarias comprometidas con la equidad y que configuren un mundo con tolerancia

César López

La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, marcó un parteaguas en los estudios de género. En la cumbre, 189 naciones se comprometieron por unanimidad a instituir programas en favor del empoderamiento de la mujer desde las instancias gubernamentales como desde la academia.

Alineada a este compromiso, el 28 de mayo de 1999 la Universidad Autónoma de Nuevo León puso en marcha el Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG), espacio que alberga desde hace 25 años la Facultad de Filosofía y Letras.

Como testigo de honor de la fundación del CUEG estuvo presente Graciela Hierro Dahsa, directora del Programa de Estudios de Género de la UNAM, así como las integrantes del grupo feminista "Las Reinas" y la feminista María Elena Chapa.

"Ya estaba el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) en la UNAM, en el COLMEX también ya había estudios, aquí nosotros mismos, en la Facultad, tuvimos algunos estudios previos en el área de letras, cuando se investigó a Simón de Beauvoir con la maestra Minerva Margarita, por ejemplo, o con la maestra Alejandra Rangel también hubo algunos seminarios, sí, entonces ya había algo, pero no como un compromiso institucional", explicó Lídice Ramos Ruiz, coordinadora de este espacio desde su creación.

"Nosotros nos formamos en 1999, entonces, para la Universidad esto representó un éxito y también un éxito para las mujeres de Nuevo León. Las mujeres políticas dijeron 'tiene que ser en la universidad pública, la que tiene más prestigio en este contexto´. Aquí felices. Tú me puedes decir una Lupita Rodríguez, una María Elena Chapa, la que quisieras de la política, encantadas de que aquí estuviera, y entonces eso fue un éxito", detalló Lídice Ramos

Durante 25 años, la visión de este centro ha sido la de contribuir en la formación científica de personas universitarias comprometidas con la equidad de género y con expectativas de un porvenir donde la tolerancia, la diversidad y la dignidad humana configuren el mundo.

Figuras feministas como Amelia Valcárcel, Alicia Miyares, Dulce María Sauri, María Elena Chapa y Marta Lamas han contribuido en la configuración de este espacio en el que han transitado muchas generaciones de estudiantes, mujeres y hombres.

Mediante conferencias, mesas de discusión, presentaciones de libros y artículos con perspectiva de género, talleres, actividades de concientización, entre otras, el Centro Universitario de Estudios de Género ha impulsado cambios dentro y fuera de la Universidad.

"Se empezó a abrir dentro de la Universidad, más profundamente, la transversalización de la perspectiva de género, tanto que se crea una materia a nivel del plan curricular en todas las facultades, que se llamaba Equidad de Género y luego se transformó en Cultura de Género", explicó Ramos Ruiz.

CUEG ABRE PASO A LA CULTURA DE GÉNERO

Tras 15 años de trabajo y como resultado de los estudios de género, en 2014 la Universidad impulsó la Maestría de Género y Políticas Públicas.

Este programa de posgrado fue el primero a nivel nacional, fuera de la Ciudad de México, en abordar dicho tema, cuya función primordial fue entender los problemas y promover los cambios necesarios para alcanzar la igualdad y una vida libre de violencia contra las mujeres.

"Fue la primera maestría de estudios de género que ha tenido la Universidad", recordó la universitaria.

El estudio y reconocimiento de las desigualdades de género a través de estos espacios ha abierto camino a otras acciones institucionales como la puesta en marcha de la Maestría en Estudios de Género y Diversidad Sexual, en 2024.

Asimismo, este 2024 la UANL dio a conocer la Secretaría de Igualdad e Inclusión, a fin de reforzar la educación en la cultura de género dentro y fuera de la Universidad.

"El avance nacional ha sido que las mujeres cada vez nos hemos ido capacitando más, a lo mejor no en perspectiva de género, pero sí en perspectiva de derechos".