El pasado 8 de abril, millones de personas volvieron sus ojos al cielo para ser testigos de un fenómeno astronómico excepcional: un eclipse solar que cubrió extensas áreas de México, Estados Unidos y Canadá con oscuridad.
Sin embargo, para disfrutar de este espectáculo de manera segura, se requirieron precauciones específicas. Es fundamental estar alerta ante los posibles síntomas de daño ocular derivados de la observación directa del sol durante este evento.
Antes del eclipse, se difundió la necesidad de utilizar gafas especiales certificadas o dispositivos de protección adecuados, como caretas de soldador, para garantizar la seguridad ocular durante la observación del fenómeno.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfatizó la importancia de no recurrir a métodos caseros improvisados, como el uso de vidrios ahumados o papel carbón raspado, ya que estos no proporcionan la protección adecuada y pueden ocasionar daños severos en la vista.
Es de entender que aunque el eclipse se produce cuando la Luna cubre en su totalidad al Sol, este no deja de emitir rayos que pueden dañar parcial o totalmente la retina.
Tras pasar el fenómeno, se incrementaron las búsquedas en internet referente al dolo o malestar en los ojos, indicando un fallo en la protección usada por las personas que decidieron ver el eclipse.
¿Cuáles son los síntomas de daño ocular?
Según el IMSS, el síntoma principal de daño ocular es la percepción de una mancha central o distorsión en la visión central. En caso de experimentar este síntoma, se recomienda acudir de inmediato a un especialista en oftalmología.
Si estos síntomas persisten durante un período de 24 a 48 horas, es crucial buscar una evaluación oftalmológica. El especialista realizará un diagnóstico detallado y, de ser necesario, llevará a cabo tomografías de coherencia óptica para evaluar el estado del nervio óptico y las células ganglionares.
El IMSS advirtió sobre la posibilidad de desarrollar ceguera permanente en aquellos que observaron directamente el sol durante el eclipse sin protección adecuada.
Otros síntomas de daño ocular incluyen visión borrosa, puntos ciegos en el centro del campo visual en ambos ojos, aumento de la sensibilidad a la luz, distorsión visual en ambos ojos, cambios en la percepción de colores (discromatopsia) y dolor de cabeza de moderado a agudo.
Es fundamental tomar en serio estas advertencias y cuidar la salud visual al observar eventos astronómicos como los eclipses solares. Ante cualquier síntoma de daño ocular, se recomienda buscar atención médica especializada de manera inmediata para evitar complicaciones.