La imaginación se desbordó en los niños, jóvenes y adultos que diseñaron y construyeron sus propios juguetes en el taller Hackatón de Juguetoría que ofreció la artista española Sara San Gregorio en el Lab Cultural Ciudadano, LABNL de CONARTE.
Dicho taller, que ayer culminó con una muestra de los proyectos realizados, está basado en el proyecto Juguetoría, que es una fábrica de juguetes muy particular que se funda en otoño de 2020 en Medialab Prado de Madrid como un laboratorio de diseño y fabricación de juguetes.
“Agradezco a Sara San Gregorio que aceptó a esta invitación a venir Monterrey en este periodo tan complicado en pandemia y que compartió con nosotros este proyecto que ha impulsado en España”, manifestó la Doctora Melissa Segura Guerrero, Secretaria Técnica de CONARTE.
“Para nosotros era importante tener este primer ejercicio de residencia de proyectos a nivel internacional; nos emocionaba mucho desde lo conocimos y ello que nos permitió tener aquí esta diversidad de participantes que no habían estado en el laboratorio, es decir, las familias”.
Hackatón de Juguetoría
“Fue una residencia para desarrollar aquí este proyecto surgido en Madrid y que está basado en el diseño colaborativo de juguetes, usando las herramientas que hay en el LABNL”, explicó Sara San Gregorio.
“Partimos de los juguetes que se habían diseñado en Medialab Prado y los volvimos a fabricar aquí, con las máquinas del LABNL y es la reproducción de un archivo, que ahora se enriqueció con los diseños creados por los participantes en el taller”, explicó San Gregorio.
Para trabajar en el taller se crearon tres equipos integrados por niños, jóvenes y adultos que en forma colaborativa intercambiaron ideas, dibujaron, diseñaron y trabajaron juntos en la creación y construcción de juguetes. Los participantes hicieron uso de las instalaciones del Taller de Producción Digital, ubicado en el sótano del Antiguo Palacio Federal, entre máquinas como cortadora láser, fresadora e impresoras 3D.
La construcción de juguetes fue libre. Uno de los equipos se dedicó a construir alebrijes con diferentes partes de animales; otro se dedicó a diseñar y mezclar piezas muy diversas para la construcción de piezas tridimensionales y otro se enfocó la construcción máscaras.
“Fue un taller muy bonito, muy intergeneracional y equilibrado en los diversos perfiles. Hubo diseñadores, niños, jóvenes y adultos mayores y ha fluido muy bien; mientras algunos dibujaban a mano, otros estaban pasando los diseños al ordenador y otros trabajando en el taller y pintando”, expresó.