La exposición producida por el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, denominada "Mírame, te veré de vuelta", recibió a 59 mil 355 personas entre el 25 de octubre y el 9 de febrero.
Producida por MARCO, la muestra revisa cuatro décadas de trayectoria de Teresa Serrano, una de las voces más contundentes cuyo discurso aborda asuntos de género, migración e incluso la violencia derivada por el narcotráfico.
Cabe recordar que, el viernes 7 de febrero, Serrano fue reconocida en la feria Zona MACO, en Ciudad de México, con el primer lugar en el premio de adquisición Tequila 1800 Colección, prestigioso galardón otorgado a la artista mexicana y a su galería, la española Senda. La obra premiada fue Sin título, una pieza que aunque no estuvo en MARCO, forma parte de la serie Montaña, expuesta en el museo.
A sus 88 años, Serrano es una de las artistas mexicanas más relevantes con una trayectoria consolidada y reconocimiento en el extranjero, especialmente en España. La muestra Mírame, te veré de vuelta, es una de las revisiones más amplias y profundas a su producción, otorgándole un redescubrimiento a nivel nacional.
Luego de tomar clases de pintura, un medio en el que trabajó arduamente, Serrano decidió comenzar su carrera como artista y decide mudarse a Nueva York, donde se enfrenta a la vibrante escena del arte en los ochenta, con propuestas de video, instalación y performance, que en México aún no se encontraban tan latentes. Cuando Serrano habla de su historia personal señala que se sentía como un guante en la mano del otro, para luego convertirse en mano, refiriéndose a la etapa donde logra empoderarse y emprender su propio camino.
A lo largo de su trayectoria, la artista ha explorado diferentes medios que al mismo tiempo le han permitido ahondar en distintas preocupaciones. En sus pinturas tempranas reflexionar y sanar pérdidas importantes de seres queridos. Su estancia en Nueva York fue una experiencia que la confrontó como individuo y comenzó a trabajar en la escultura. Para algunas de sus obras retomó el minimalismo, una corriente dominada por los hombres, y revirtió su lenguaje creando piezas donde contrasta la suavidad de una tela con la rigidez del acero.
Relacionada con el cine desde niña, en su obra Serrano se interesó por explorar la imagen en movimiento abordando asuntos como la migración, los derechos de la mujer, incluso la problemática alrededor del narcotráfico, un ejemplo es su obra Amapola (2017), en donde elabora un cortometraje que muestra una amapola que la artista plantó en un campo en Tepoztlán, explorando su imagen poética y la belleza de la especie, que ha sido estigmatizada al ser parte de la producción de heroína. En el video, la misma artista es quien canta “Amapola”, original del compositor argentino Luis Roldán, con arreglo musical de Santiago Ojeda