Cómo preparar infusión para fertilizar la tierra de las plantas

Ya sea que cultives árboles frutales, hortalizas o plantas ornamentales, cuidar del huerto puede ser todo un desafío.

CIUDAD DE MÉXICO.- Las plantas, esas compañeras verdes que alegran nuestros espacios, a menudo requieren más que solo agua y luz. Entrar en el fascinante mundo de la jardinería sostenible implica conocer la magia de los abonos caseros, una práctica que no solo nutre tus plantas, sino que también reduce nuestra huella ambiental.

Ya sea que cultives árboles frutales, hortalizas o plantas ornamentales, cuidar del huerto puede ser todo un desafío. El abono, ese aliado vital para el crecimiento saludable de nuestras plantas a menudo viene cargado de químicos y procesos industriales. Sin embargo, existe una alternativa más amigable con la naturaleza: los abonos caseros. Estos no solo son efectivos, sino que también promueven un equilibrio más armonioso entre la naturaleza y nuestros hogares.

En esta nota, te vamos a presentar una manera sencilla y eficaz de hacer abono, gracias a un ingrediente común en tu cocina: la cáscara de huevo. Este producto, no solo es un residuo de cocina, sino también una rica fuente de calcio y fósforo, minerales esenciales para la formación de paredes celulares, qué fortalecen la estructura de la planta y estimulan el crecimiento de las raíces.

Preparación:

Recolecta las cáscaras de huevo y lávalas para eliminar restos de membranas.

Coloca los cascarones en un recipiente amplio y cubrirlas con agua durante algunos días, para permitir que los minerales se liberen en el agua.

Luego, utiliza ese líquido para regar tus plantas, ya que les proporcionará una dosis de nutrientes provenientes de las cáscaras de huevo.

Otros beneficios de la cáscara de huevo Propiedades alcalinizantes: La cáscara de huevo puede equilibrar el pH del suelo, siendo especialmente útil en suelos ácidos y en plantas que prosperan en ambientes más neutros o alcalinos.

Barrera contra insectos y plagas: Triturar las cáscaras de huevo y esparcirlas en el suelo actúa como una barrera física, ahuyentando insectos y plagas no deseadas. Una solución sumamente natural para proteger tu huerto.