Buscan recuperar la memoria de universitarias ilustres

La historiadora Susana Acosta Badillo ha documentado el trabajo de las mujeres en la UANL.

Universitarias como Belén Garza Chavarría, María Magdalena Alonso y Francisca Marroquín han sido poco señaladas en la historia de la UANL, aunque sus aportes fueron trascendentales para el desarrollo de la institución.

En la historia de la Universidad Autónoma de Nuevo León ha habido mujeres que han brindado grandes aportaciones a la educación, pero no son reconocidas por la propia comunidad universitaria.

Con el objetivo de mostrar las historias ocultas de universitarias ilustres, la historiadora Susana Acosta Badillo se ha dado a la tarea de documentar el trabajo de las mujeres docentes que han contribuido a la grandeza de la UANL a lo largo de los años.

En una plática enmarcada en la Cátedra "Profr. Israel Cavazos Garza", organizada por la Facultad de Filosofía y Letras, la historiadora egresada de la misma facultad narró la vida de mujeres universitarias que ha recuperado de archivos históricos y trabajo de campo.

Durante la charla titulada "La UANL y las historias ocultas de sus universitarias ilustres", expuso que "así como se habla de Raúl Rangel Frías, de José Alvarado, de Alfonso Rangel Guerra, de José Eleuterio González, Juan Manuel Elizondo, Eduardo Aguirre Pequeño y muchos otros maestros de los que cada año recuperan sus memorias, sus aportes, que también se les dé su lugar a las historias de mujeres universitarias".

NECESARIO VOLTEAR A VERLAS

Susana Acosta Badillo explicó que, a pesar de que la docencia ha sido dominada históricamente por las mujeres, se percibe una tendencia a mantenerlas ocultas o a dar poca atención a sus participaciones.

"Debemos cuestionar por qué no se ha colocado un busto o por qué no se ha catalogado como universitaria ilustre a una mujer, ya que sin duda hay muchísimas, decenas, centenas de mujeres universitarias que tienen también los mismos logros.

"No se trata de quitar méritos a los personajes que están en esta plaza. Todos tuvieron grandes aportes a la Universidad de Nuevo León. Son personajes clave en la historia de Nuevo León y no se puede entender la historia de la UANL sin ellos, pero también debemos cuestionar por qué no se han volteado a ver las contribuciones e historias de una mujer universitaria".

Y aunque advirtió que aún queda mucho trabajo por hacer para recuperar la memoria de más universitarias, Susana Acosta enfatizó el compromiso de dar seguimiento a los aportes de estas mujeres que se han revelado desde el Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL.

MUJERES UNIVERSITARIAS ILUSTRES

Belén Garza Chavarría. Formó parte del Comité Organizador de la UANL. Colaboró en la redacción de la Primera Ley Orgánica que dio paso a la fundación de la Universidad en 1933.

María W. Benavides Guerra. Primera y entonces única mujer distinguida con el Doctor Honoris Causa por la UANL el 20 de diciembre de 1933.

Lilia Hantuch Rodríguez. Formó parte del comité de estudiantes a favor del bachillerato nocturno en la Preparatoria 3.

Julia Garza Almaguer. Como directora de la Preparatoria "Pablo Livas" en 1942, impulsó la carrera técnica en nutrición en la UANL.

Elba Nora Bazán. Primera mujer arquitecta titulada en los años 50 con un proyecto de tesis que proponía la creación de una residencia femenil universitaria en la UANL.

Francisca Marroquín. Primera directora universitaria en 1956, en la Preparatoria 3.

Ana María Garza Gutiérrez. Primera egresada de una carrera técnica en la "Escuela Álvaro Obregón" como técnico electricista en 1971. Como docente en la misma escuela, una década después, impulsó las carreras de turismo y trabajo social.

María Magdalena Alonso Castillo. Directora interina de la Facultad de Enfermería en 1973 a la edad de 22 años. Creadora del programa de salud comunitaria Guadalupe, precedente del actual Centro Universitario de Salud.