CIUDAD DE MÉXICO.- Del cosmos y su origen aún hay muchos enigmas por descifrar. Un nuevo estudio, publicado en "Nature Astronomy", vislumbra el probable origen de las primeras estrellas del Universo mediante "firmas del amanecer cósmico", pero, otros grupos de cosmología han puesto en duda las afirmaciones más recientes, alegando sobre la posible inverosimilitud de estas señales que sugieren que la luz de las estrellas más longevas han viajado 14 mil millones de años para llegar a la Tierra.
Es, precisamente, esta distancia diametral la que ha impedido que la astronomía fuera capaz de detectar la luz de las estrellas, particularmente débil, con telescopios de uso común. Fue así que Ravi Subrahmanyan, radioastrónomo del Instituto de Investigación Raman, impulsó la colocación de una antena en un embalse a lo largo del río Sharavati, en Karnataka (India), en búsqueda de señales que otro grupo de científicas y científicos había detectado cuatro años antes.
"Cuando lo buscamos, no lo encontramos", relató Subrahmanyan.
El uso de un espectro de radio fue clave para desentrañar uno de los hallazgos claves: las primeras estrellas del Universo no desaparecieron, sino que dejaron resquicios de su esencia gracias a su potencial luz ultravioleta, produciendo lo que las y los expertos denominaron como "hidrógeno interestelar", material que opacó parte del espectro electromagnético y que, de no haber existido rastros de estrellas, no sería perceptible.
Sin embargo, para muchas y muchos otros astrónomos estas señales podrían ser engañosas, pues la evidencia científica ha demostrado la dificultad de encontrar la firma de radio del amanecer cósmico, ya que, hasta ahora, se ha demostrado que las ondas de radio del Universo temprano son ahogadas por una cacofonía de ruido producido por fuentes en la Galaxia, mil veces más intensas que la fuerza del hidrógeno interestelar, despedido por las estrellas más antiguas.
Pero los nuevos experimentos han desafiado estos impedimentos a través de una innovadora metodología que escapa de la interferencia de radiofrecuencia, generada por las actividades humanas, con la instalación de antenas en los lugares más remotos de la Tierra. Este instrumento ha sido denominado como la "Medición de antena en forma del espectro de radio de fondo" (SARAS, por sus siglas en inglés).
"SARAS tenía una forma cónica destinada a facilitar el cálculo de su respuesta a las ondas de radio, y el agua debajo significaba que el equipo no tenía que lidiar con la estructura incierta y las propiedades de radio del terreno", explica el estudio.
"Nos complace ver que SARAS funciona bien y es capaz de realizar mediciones en los niveles necesarios para buscar estructuras espectrales", dijo el investigador. Sin embargo, reconoció que aún es muy pronto para descartar todo tipo de error acerca del origen de las estrellas, pues es un sistema relativamente nuevo que puede arrojar inconsistencias".
Por ello, Subrahmanyan está iniciando un nuevo experimento, junto con el cosmólogo experimental Saurabh Singh, para probar más y nuevas antenas que ayuden a encontrar nuevas pistas que hagan referencia a la etapa más joven del Cosmos.