CIUDAD DE MÉXICO, agosto 9 (EL UNIVERSAL).- Las personas altamente sensibles (PAS) representan aproximadamente el 15-20% de la población mundial, pero a menudo su cualidad es poco comprendida o incluso subestimada. La alta sensibilidad no es un trastorno, sino un rasgo de personalidad que implica una mayor receptividad a los estímulos emocionales, sensoriales y ambientales.
Este rasgo puede ser una fuente de gran riqueza interna, pero también puede conllevar desafíos significativos en un mundo que a menudo valora la dureza y la velocidad sobre la introspección y la empatía.
Según la webpsicologos las PAS tienden a experimentar el mundo de manera más intensa y profunda. Son personas que sienten con mayor fuerza las emociones propias y ajenas, perciben detalles sutiles en su entorno, y procesan la información de manera más profunda que la mayoría.
Este nivel de sensibilidad puede manifestarse de muchas formas: desde la facilidad para conmoverse con una obra de arte o una película, hasta la capacidad de captar matices emocionales en una conversación o un ambiente social.
¿Te identificas con las características de una persona altamente sensible?
Si es así, te invitamos a realizar el siguiente test propuesto por la Dra. Elaine Aron en su libro "El don de la alta sensibilidad".
Este autoexamen consta de 22 enunciados de verdadero o falso y te permitirá explorar si compartes este rasgo de personalidad.
Test de Sensibilidad
Tengo la sensación de ser consciente de cosas muy sutiles en mi entorno.
Me afecta el comportamiento de los demás.
Suelo ser muy sensible al dolor.
En los días ajetreados, suelo tener necesidad de retirarme, de echarme en la cama, buscar una habitación en penumbra o cualquier otro lugar donde pueda encontrar algo de intimidad y alivio frente a la estimulación.
Soy particularmente sensible a los efectos de la cafeína.
Me abruman fácilmente cosas como las luces brillantes, los olores fuertes, los tejidos bastos o las sirenas de policía o ambulancias.
Tengo una vida interior rica y compleja.
Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo/a.
Me conmueven profundamente las artes o la música.
Soy muy concienzudo/a.
Me asusto con facilidad.
Me agobio cuando tengo muchas cosas que hacer en poco tiempo.
Cuando alguien se siente a disgusto en un entorno físico, suelo saber lo que hay que hacer para hacerlo sentir más cómodo (como cambiar la luz o los asientos).
Me molesta que los demás pretendan que haga demasiadas cosas a la vez.
Me esfuerzo mucho por no cometer errores u olvidarme de algo.
Suelo evitar las películas violentas y las series violentas en la televisión.
Me resulta desagradable la activación que me provoca el ajetreo a mi alrededor.
Los cambios en la vida me conmocionan.
Suelo percibir y disfrutar de las buenas esencias, sabores, sonidos y obras de arte.
Para mí, tiene mucha importancia disponer mi vida de modo que pueda evitarme situaciones perturbadoras o abrumadoras.
Cuando tengo que competir o ser observado en la ejecución de una tarea, me pongo tan nervioso/a e inseguro/a que termino haciéndolo peor de lo que podría hacerlo.
Cuando era niño/a, mis padres o mis profesores me solían ver como una persona sensible o tímida.
Interpreta tus resultados
Si respondiste "verdadero" a doce o más de las preguntas, es probable que seas una persona altamente sensible. Sin embargo, es importante recordar que este test no es un diagnóstico definitivo, sino una herramienta para ayudarte a reflexionar sobre tu sensibilidad.
Las PAS comparten ciertas características, pero cada persona es única y experimenta su sensibilidad de manera diferente.
La alta sensibilidad no es un problema psicológico ni una enfermedad, sino un rasgo de personalidad que, bien gestionado, puede convertirse en una gran ventaja.
Si te reconoces como una persona altamente sensible, hay varios pasos que puedes seguir para gestionar mejor este rasgo y vivir una vida más equilibrada:
Infórmate bien: Conoce este rasgo y sus características a fondo, utilizando fuentes confiables. Hay mucha información errónea que podría confundirte.
Autoconocimiento: Aprende a conocerte a ti mismo/a, identifica cómo te afecta la alta sensibilidad en tu vida diaria y descubre cuáles son tus fortalezas.
Gestiona tus emociones: Entender y aceptar tus emociones es clave. Todas las emociones tienen un propósito y aprender a identificarlas y manejarlas puede ser muy útil.
Canaliza tu sensibilidad: Encuentra actividades que te ayuden a manejar tus emociones, como la meditación, la escritura, o cualquier forma de arte que te permita expresarte.
Cuida tus límites: Aprende a decir no y reserva tiempo para ti mismo/a. Necesitarás más momentos de soledad que otras personas para recargar energías.
Busca la tranquilidad: Cuando necesites desconectar, busca un espacio tranquilo y con poca estimulación sensorial. Es importante respetar el ritmo que tu cuerpo puede manejar.
Potencia tu intuición: Aprovecha tu capacidad para observar y percibir detalles que otros pasan por alto. Esto puede ser una gran ventaja en muchas áreas de tu vida.
Las personas altamente sensibles poseen un rasgo único que, si se comprende y maneja adecuadamente, puede ser una fuente de gran poder personal y social.
En un mundo que a menudo subestima la importancia de la empatía, la reflexión y la conexión emocional, las PAS tienen el potencial de ser agentes de cambio positivo.
Al aprender a aceptar y celebrar su sensibilidad, pueden vivir vidas plenas y auténticas, contribuyendo con su perspectiva única a un mundo que necesita, ahora más que nunca, mayor comprensión y humanidad.