SANTA LUCÍA DEL CAMINO, Oax.- A unos pasos del enorme recinto que alberga el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO), y en cuyos 5 mil metros cuadrados se extienden decenas de stands como parte de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), un grupo de libreros independientes termina de tender los puestos que conforman la tercera edición del Tianguis Literario Autónomo y Popular.
El grupo está integrado por las mismas mujeres y hombres que hace unos minutos, como una protesta a la monopolización de recursos públicos por empresarios privados, clausuraron simbólicamente este evento que este año llega a su edición 43 con una cifra récord de financiamiento estatal: más de 5.2 millones de pesos. Y que pese a ello excluyó a sellos oaxaqueños al destinar sólo un stand para todos ellos y limitando a 60 el número de ejemplares que podían exponer.
La respuesta a este acaparamiento de dinero público y a la exclusión de creadores locales es este tianguis que se extiende desde la calles y hasta el patio de una casa, enmarcado por enredaderas que le dan sombra, y que este año se ha convertido en una feria paralela que representa una muestra de dignidad y resistencia.
Los organizadores de esta iniciativa, que cumple su tercera edición, son integrantes de editoriales y librerías independientes, escritoras y escritores, poetas, encuadernadores y otros más que viven del papel y las letras.
Luego de la protesta al grito de "¡Negocio privado, negocio privado, negocio privado!", los libreros aseguran que su reclamo no busca descalificar a ninguno de los sellos o autores que participan en la feria oficial, sino que va enfocado en cuestionar cómo se utiliza el dinero público, pues dicho evento está organizado por el grupo empresarial Proveedora Escolar-Almadía-Fondo Ventura, propiedad de Guillermo Quijas, mismo que decide hasta el mínimo detalle a la agenda y los invitados.
"Nuestra intención no es agraviar a quien labora o participa, tenemos a gente muy cerca ahí. Nosotros no estamos en contra de la organización de una Feria Internacional del Libro de Oaxaca, lo que recalcamos es cómo se utiliza esta plataforma en beneficio de un sólo empresario", indican en entrevista los libreros independientes.
Mientras los puestos del tianguis siguen colocándose y aparecen los carteles que ofertan libros desde 20 y 30 pesos, los integrantes de esta feria paralela agregan que el evento oficial no sólo beneficia al empresario, quien recibe los recursos, sino que a cambio políticos municipales y estatales utilizan esta plataforma para hacerse propaganda, lo que implica que no sólo se centraliza el apoyo gubernamental a una sola empresa, sino que a cambio la feria beneficia la imagen de los políticos.
"Creemos que la gestión y planificación de proyectos culturales no debe centralizarse, tiene que haber diversidad de apoyo y diversidad de visiones que se tienen que respaldar en Oaxaca. Como colectividad, lo que compartimos en común es que vivimos de nuestro propio esfuerzo, no somos grandes empresas, somos proyectos que sostenemos con nuestra energía física y mental", detallan los libreros.
Es con este pensamiento que los integrantes de este tianguis han optado por construir sus propios espacios, argumentando que el evento actual tendría que dar cabida tanto a editoriales como a diferentes proyectos de Oaxaca que ya no entran en esa feria tal y como se concibe, como un modelo de negocio que prioriza los intereses de empresarios y políticos.
"No nos representa, reafirmamos nuestra postura de autonomía. Lo único que decimos es: aquí estamos también como librerías y escritores, como movimiento cultural y como parte de un escenario muy grande y diverso, nosotros decimos aquí estamos", dicen convencidos.
Los libreros se dicen convencidos de que la cultura tiene que democratizarse, ir a los sectores populares y diversificar las propuestas "para que haya una socialización del conocimiento y para que no se centralice en un sólo espacio". Es por ello, señalan, que como colectivo que toma decisiones a través de una asamblea, ahora buscan la vinculación con otros proyectos en las regiones que también apuestan por la autonomía.
Y responden al llamado que a través de EL UNIVERSAL realizó el lingüista Víctor Cata, titular de la Secretaría de las Culturas y las Artes, quien aseguró en entrevista que había pedido a los organizadores de la FILO incluir a los libreros independientes, lo que finalmente no ocurrió, por lo que espera que para el próximo año puedan sentarse a la mesa para que se concrete su inclusión en el evento oficial al que el gobierno oaxaqueño destina un apoyo millonario, muy por encima del que reciben otras ferias de lectura en el país, como lo dio a conocer ayer este medio.
"El próximo año nos tenemos que sentar todos, junto con las editoriales independientes, y lograr la armonía. La FILO ha logrado posicionarse, es un referente en la región sur-sureste y nosotros como gobierno tenemos que enriquecerla, pero en conjunto con las editoriales independientes", fue el mensaje del secretario, quien agregó que la dependencia también está dispuesta a ayudar al tianguis.
La respuesta de los libreros es a favor de la autonomía y la independencia. Explican que tendrían que decidir en una asamblea si aceptarían sumarse a la FILO en una próxima edición si hay una propuesta del gobierno del estado, pero para ello, primero tendría que cambiar lo que consideran reprobable del modelo con el que actualmente se realiza, el de usar millones de pesos de dinero público para impulsar un negocio privado que promociona a políticos.
"No queremos que nuestro espacio sea una plataforma de propaganda ni de figuras políticas, ni un nicho donde sólo crezca económicamente una entidad, porque esa es un figura monopólica", finalizan.
Los libreros se dicen convencidos de que la cultura tiene que democratizarse
"Aquí estamos y resistimos": Libreros de Oaxaca
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