CIUDAD DE MÉXICO.- Estudios revelaron que el apoyo social y una visión optimista del envejecimiento pueden ser tan cruciales como dejar de fumar o hacer ejercicio para una vida más larga.
Durante mucho tiempo, los científicos han sabido que las personas con fuertes vínculos familiares y amistades tienden a vivir más.
¿El pensamiento positivo puede prolongar la vida?
Por lo anterior, un equipo de la Universidad Brigham Young en Estados Unidos analizó 148 estudios que datan de 1900, abarcando un total de 308,849 participantes.
Estos estudios, que siguieron a los sujetos durante casi ocho años, revelaron que aquellos con fuertes relaciones sociales tenían un 50% más de probabilidades de seguir vivos en comparación con los que estaban aislados, esto de acuerdo con un artículo realizado por National Geographic.
Las relaciones sociales juegan un papel crucial en la longevidad. De acuerdo con el análisis, tener una vida social satisfactoria puede ser tan beneficioso para la supervivencia a largo plazo como dejar de fumar, y puede ser incluso más importante que hacer ejercicio o superar la obesidad. Las relaciones sólidas ayudan a amortiguar el estrés, permitiéndonos adaptarnos emocionalmente a enfermedades, la muerte de un ser querido u otros retos que aumentan con la edad. Este apoyo emocional reduce el flujo de hormonas inducidas por el estrés que debilitan el sistema inmunitario y aumentan la susceptibilidad a infecciones, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Asimismo, Becca Levy, profesora de epidemiología y psicología en la Universidad de Yale, ha investigado extensamente cómo nuestras creencias sobre el envejecimiento influyen en nuestra longevidad. Levy observó que las personas con una visión positiva del envejecimiento, que equiparan esta etapa de la vida con la sabiduría y no con la decrepitud, tienen más probabilidades de gozar de buena salud en la vejez. Un estudio mostró que las personas mayores de 50 años con una visión optimista del envejecimiento eran más capaces de realizar tareas cotidianas durante los siguientes 18 años.
Según Levy, las personas con una mentalidad positiva sobre el envejecimiento tienden a tener una mayor autoeficacia y autodominio. Suelen comer bien, hacer ejercicio y tomar los medicamentos prescritos, además de tener niveles más bajos de cortisol y otros biomarcadores del estrés. Escribir sobre experiencias positivas y cambiar la forma en que percibimos el envejecimiento puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y física.
La ciencia de la longevidad está avanzando, pero es importante equilibrar las expectativas científicas con una perspectiva positiva del envejecimiento. A medida que la población mayor aumenta, es esencial promover una visión saludable y optimista de esta etapa de la vida para mejorar la calidad de vida y prolongar la longevidad.
Tanto las relaciones sociales sólidas como una perspectiva positiva sobre el envejecimiento pueden tener un impacto significativo en la prolongación de la vida, según investigaciones recientes. Es crucial que tanto los individuos como la sociedad en su conjunto adopten estas actitudes para mejorar la salud y el bienestar en la vejez.