Los rectores de la Universidad de los Andes (Uniandes), de Colombia; la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) y el Tecnológico de Monterrey, de México; respectivamente, se reunieron en Santiago de Chile para compartir y analizar los más de 80 proyectos académicos y de investigación que han realizado como resultado de esta alianza.
El quinto encuentro de rectora y rectores de la La Tríada tuvo por objetivo avanzar en temas estratégicos para América Latina, como: la Primera Infancia, los desafíos y oportunidades de la universidad del futuro en materia de desarrollo sostenible e interculturalidad, transformación digital, transferencia e innovación docente, ética aplicada y la generación de una red de estaciones de investigación de campo, entre otros.
David Garza, rector y presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey, enfatizó en el aporte que ha realizado La Tríada.
"Un ejemplo muy concreto fue cómo durante la contingencia por COVID-19, el compartir mejores prácticas entre cada una de las instituciones nos llevó no solo a gestionar internamente la pandemia, sino a contribuir de una manera significativa en cada uno de nuestros países e incluso en la región", señaló Garza.
Agregó que durante la crisis sanitaria se gestó el lanzamiento de La Tríada en Coursera: portal único con más de 100 MOOCs (cursos masivos abiertos en línea) y 9 programas especializados de las tres universidades. A la fecha más de 290 mil personas, principalmente de América Latina, se han inscrito en estos cursos.
Por su parte, Raquel Bernal, rectora de la Universidad de los Andes, aseguró que los desafíos que enfrenta América Latina en diversos ámbitos son incentivo para que las instituciones de educación superior busquen la cooperación.
"Las universidades no podemos ya trabajar de manera aislada. Enfrentamos retos conjuntos como el cambio climático, la sostenibilidad y la polarización de la democracia. Estamos llamadas a actuar con una perspectiva regional y global", sostuvo.
Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, valoró el trabajo mancomunado que ha caracterizado a la alianza desde sus inicios.
"Todos estos proyectos de investigación y docencia han sido desarrollados entre docentes de las tres instituciones, a través de financiamiento compartido y postulación a fondos externos. Ha sido un período de gran crecimiento, muy buenos frutos académicos, en el que hemos fortalecidos lazos de confianza y gran amistad", destacó Sánchez.
Una de las temáticas prioritarias de la alianza es el desarrollo infantil temprano, por lo que en agosto de 2023 las tres instituciones lanzaron la Cátedra de Primera Infancia que busca impulsar el trabajo transdisciplinario entre las tres universidades para así lograr mejorar la calidad de vida y bienestar de los niños de América Latina y sus familias. Entre las líneas temáticas están el bienestar infantil, el manejo de experiencias adversas en la niñez y salud mental; salud materna e infantil y cuidado receptivo; inversión en primera infancia; sistemas de cuidado integral y educación inicial; desarrollo urbano; cambio climático y su impacto en los primeros años de vida.
"Los primeros años de vida constituyen una etapa fundamental y decisiva en la vida de las personas. Desde el embarazo y hasta los cinco años se desarrollan una parte importante de las habilidades que acompañarán a las personas por el resto de su vida. Para que la niñez en la región pueda desarrollarse plenamente, requiere de una serie de inversiones", explicó David Garza.
Otro tema analizado fue la Universidad del futuro y los desafíos que existen en materia de sostenibilidad. Las tres instituciones se han comprometido con avanzar hacia la neutralidad de carbono, promover una cultura sostenible en sus comunidades universitarias y favorecer la eficiencia energética. Asimismo, se planteó el desarrollo de un programa de maestría enfocado a estudios latinoamericanos, que pueda ser dictado por las tres universidades. El objetivo es formar especialistas capaces de comprender los desafíos históricos, culturales y socioeconómicos de la región.
Tiempos de cambio y adaptación
El rápido desarrollo científico y tecnológico que se ha desencadenado en los últimos años a nivel mundial, así como los cambios culturales, implica que las universidades adapten sus metodologías.
"Hay un imperativo de conocer mejor las necesidades de la sociedad, del mundo laboral, de las ciencias y las artes, así como actualizar la forma de aprender, las habilidades y las capacidades de nuestros estudiantes", destacó Ignacio Sánchez.
De acuerdo a la rectora de Uniandes, Raquel Bernal, el perfil de los estudiantes también se ha modificado, se trata de jóvenes que son nativos digitales.
"Tenemos el desafío de atender a ese estudiante digital, acostumbrado a la inmediatez, que debe trabajar, interactuar y aportar a una sociedad en la que la tecnología hace parte de todo lo que nos rodea", afirmó Bernal.
David Garza sostuvo que, ante la transformación digital, los avances en inteligencia artificial y ambientes inmersivos virtuales, así como los retos en materia de sostenibilidad, hace que las preguntas sobre qué enseñar y cómo enseñar, tornen cada vez más complejas las respuestas.
"Nuestro modelo educativo Tec21 se fundamenta en aprendizaje basado en retos. Esto se inspiró en el desafío de preparar, en cuatro años, a egresadas y egresados para trabajos que quizá aún no existen, que utilizarán tecnologías que aún no han sido inventadas y que tendrán que resolver problemas que aún no los identificamos como problemas", afirmó.
De cara al futuro, señaló que será importante para las universidades complementar los modelos enseñanza con formatos flexibles, como las microcredenciales, hacer uso de nuevas tecnologías para potenciar la enseñanza, identificar las competencias que no podrá replicar un algoritmo o robot, y definir un portafolio multimodal de formatos de enseñanza (presencial, híbrido, a distancia, síncrono, asíncrono), entre otros.