Como cada año, cientos de feligreses acudieron al Santuario de San Judas Tadeo para venerar y agradecer al Santo de las causas difíciles por todas las bendiciones brindadas durante el año o bien por algún favor en particular.
San Judas Tadeo es uno de los santos más populares en el país y en nuestro estado, a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe, especialmente para conseguir empleo o un hogar.
Un ambiente de fiesta fue lo que los visitantes pudieron vivir en los alrededores del Santuario, donde los mariachis y las danzas eran el común denominador en honor al Santo.
Asimismo, sin importar los fuertes rayos del sol, los feligreses realizaron grandes filas que alcanzaron poco más de quince cuadras, mismos que también tuvieron que esperar lapsos de hasta de dos horas para poder ingresar al Santuario.
Ofrendas florales, veladoras, mandas, personas entregando estampas de San Judas Tadeo y un sinfín de formas de agradecimiento se observaron durante todo el día en el mencionado recinto.
Sin duda, tampoco pudieron faltar los niños, jóvenes o adultos, vestidos como San Judas Tadeo, quienes ponían aún más un toque emotivo a las festividades.
Mariana Méndez, quien cada año acude a venerar a San Judas Tadeo en compañía de su familia, explicó que realizan esta tradición desde hace varias décadas, como muestra de agradecimiento por las bendiciones brindadas a su familia.
"Cada año sin importar la multitud venimos a agradecerle a San Judas por todas las bendiciones y ayudas que nos dio durante el año, toda mi familia es muy devota de él, tan así que mi hijo lleva su nombre", expresó Castañeda.
A los alrededores, los visitantes también pudieron disfrutar de un deleite gastronómico, pues los churros, buñuelos, antojitos mexicanos y caramelos imperaron en distintos puntos de la zona.
Fue en punto de las 21:00 horas cuando se realizó la misa solemne encabezada por el Arzobispo Rogelio Cabrera López; para posteriormente entonar las tradicionales mañanitas donde el júbilo impero hasta en último rincón del Santuario.