CIUDAD DE MÉXICO.- A lo largo de la historia las personas hemos mantenido diferentes modos de comunicación, algo sumamente necesario para entendernos, interactuar y poder evolucionar. El psicólogo Celman Felman Yañez Roca remarca que es imposible no comunicar, ya que toda persona comunica en todo momento.
En la actualidad, como en el pasado, la comunicación puede tener una importancia decisiva promoviendo el desarrollo de las personas y, aunque los conocimientos y tecnologías relacionados con la comunicación son esenciales para esta tarea, suelen estar subutilizados, indica un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Personas con inteligencia emocional
Dentro de este gran marco, existen personas que entienden que la comunicación es clave en todos los ámbitos de sus vidas y es por eso que han adquirido, y ponen en práctica, diferentes estrategias. El objetivo es poder lograr sus objetivos como convencer, persuadir y motivar, entre muchos otros.
Así es como llegamos al concepto de inteligencia emocional que es la habilidad de entender, usar y administrar nuestras propias emociones en formas que reduzcan el estrés, ayuden a comunicar efectivamente, empatizar con otras personas, superar desafíos y aminorar conflictos, describe el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación (México).
Las personas que cuentan con inteligencia emocional poseen una comunicación muy hábil y efectiva. Además, de acuerdo con la doctora Jenny Woo, fundadora de Mind Brain Emotion, estas personas tienen incorporados 3 comportamientos que siempre realizan a la hora de hablar y que les permiten lograr relaciones más sólidas y significativas.
Interesarse en las emociones de los demás: al hablar logran conectar con los sentimientos, las experiencias y pensamientos de su interlocutor. Realizan preguntas que logran una conversación más fluida.
Reflejar lo que los demás hacen: es una estrategia para alinear el modo de comunicación y lograr una conexión más cercana. El tono de voz, la posición de las manos y piernas, ciertos gestos y hasta la elección de determinadas palabras forma parte de este comportamiento que parece ser una imitación.
Mostrarse vulnerable: es otra forma de lograr una conexión profunda con el interlocutor. Es demostrar que todos tenemos errores y fallamos, pero que no es un impedimento para seguir y volver a intentarlo. Ayuda a fomentar la confianza en el otro y refuerza la comunicación.