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Opinión Columna


Nos visita AMLO


Publicación:17-01-2020
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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitará el estado y se supone que viene a colocar piezas en el rompecabezas.

En medio del mar turbulento en que se está convirtiendo Nuevo León por el calendario político y en el centro de la polémica por el Instituto del Bienestar Social universal, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitará el estado y se supone que viene a colocar piezas en el rompecabezas.


La primera visita del año preelectoral está sin duda alguna marcada por las aspiraciones de legítimos y espurios. Los legítimos son aquellos que provienen de la militancia social, activistas de causas justas, miembros de los partidos de izquierda, desde el partido comunista hasta el PRD, y los que han luchado toda su vida por enmendar los enormes socavones que le han causado al país los gobiernos pterodáctilos. Los espurios son aquellos que con cinismo y sin vergüenza se han montado a las filas de Morena y se hacen pasar como activistas cuando antes eran enemigos acérrimos de AMLO y lo que él representa: las mejores causas de la humanidad.


Sin ser maniqueo ni desequilibrado en la balanza objetiva, el argumento conduce a quienes representan intereses negros y sucios, que pugnan porque el sistema vuelva a ser el mismo de hace años en el que sólo se beneficien unos pocos a costa de miles de ciudadanos que no tienen ni para comer.


Muchos de esos macuarros y gaznápiros(as) que nunca han tenido nada qué ver con los postulados de Morena ni tienen tampoco la calidad moral que exige la transformación del país, se alistan para ser postulados como candidatos a algún puesto por el partido de izquierda. No quiero mencionar a Judith Díaz, que solapa al gobernador del Estado Jaime Rodríguez y a quien le hace más caso que a López Obrador; o al diputado Ramiro González que representa a Morena pero que trabaja para el PRI. Y etcétera.


Y en el colmo de los colmos, la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, que representa lo más tétrico y atrasado del PRI, pretende ser la candidata de Morena a la gubernatura del estado. ¡Jolines! No puede ser. Qué Dios nos ampare. Que nos proteja el Señor Sol y la Señora Luna. Como se sabe, Clara Luz es esposa de Abel Guerra cuyos recursos políticos son la violencia y la truculencia y que tiene como objetivo hacer edificios y más edificios sin importar el costo ecológico y humano. Como prueba construyó un puente peatonal, en el mandato de José Natividad González Parás, en medio de la calle Florencio Antillón en el centro de la ciudad. Y quería destruir el Cerro de la Silla.


Dice Clara Luz que cuenta con el apoyo de Olga Sánchez Cordero, la secretaria de Gobernación, de un tal Scherer (a la mejor es hijo de Don Julio) cercano a AMLO y de Yeidckol Polevnsky dirigente de Morena. Sería no un grave error sino una verdadera catástrofe para el estado y una muralla para la transformación del país.


Hay tanta gente buena que merece ser tomada en cuenta para los puestos y cargos de alta responsabilidad, y no solo empresarios sino gente de bien, honesta, recta que cabe perfectamente en la transformación del país. Personas que se dedican, además de sostener a su familia, claro, a hacer el bien de los demás a través de Asociaciones verdaderas y Fundaciones en pro de los necesitados.


Esas son las personas que requerimos en el estado para su transformación. Y no las rémoras y pillos de siempre.



« Redacción »