banner edicion impresa

Opinión Columna


Y se fue la luz…


Publicación:29-12-2019
version androidversion iphone

++--

A pesar de estas declaraciones esperamos que nuestro 2020 no sea un año oscuro, ni a media luz

Brillan en la oscuridad como dos pequeñas estrellas que andan perdidas, entre armarios, debajo de la cama, detrás del sillón; sus ojos los delatan y si sonríen puedo distinguir quién es quién. Iker, mi hijo el mayor, tiene completa su dentadura, ya tiene nueve años; al menor se le ven pequeñas ventanas entre su blancura dental, a sus siete años le ha entregado varios dientes al ratón… Y como ya sé dónde están, acabo con el juego de las escondidas: ¡una, dos, tres por… mis hijos!

Hace unas semanas se fue la luz en la casa, situación que aprovechamos para darnos una gran divertida y más porque no estaba su madre, que es la del orden, la de las precauciones; yo simplemente me sumo a ellos como un niño más y la diversión no para en cuestión de juegos, desde escondidas, guerra de almohadas, hasta otros como el “Declaro la guerra en contra de…”.

Fue en esos momentos cuando reflexiono y me doy cuenta que a veces no son necesarios los aparatos electrónicos, llámese TV, Smartphone, computadora, tablet, etc. La creatividad y la imaginación con un par de lámparas de mano nos recuerdan que hay vida después de la tecnología, aunque la aventura sólo duró unas horas.

Cuando te das cuenta de lo importante que es la electricidad, aunque puedas disfrutar unas horas sin ella, me cuesta trabajo entender lo que hace unos días debatían en la opinión pública sobre la `persona de Manuel Barteltt y sus propiedades, que si son de sus concubina o no, de sus hijos, que si las declaró o no… El debate más importante en todo caso sería, cómo va a dirigir una de las empresas más importantes de nuestro país.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa que hasta hace unos años tenía el monopolio de la electricidad en nuestro país, con la famosa “reforma energética” abrió las puertas a las inversiones privadas para que pudieran invertir en el sector; pero a la llegada del nuevo director, Manuel Bartlett, éste tuvo un problema con las principales empresas dueñas de los gaseoductos, por supuesto contrato leonino en contra del CFE, aunque finalmente se llegó a un acuerdo.

Pero quizás lo más preocupante es el futuro, el 2020 y los años que vienen, pues cuando el mundo le apuesta a energías limpias, renovables, como la solar y la eólica, el señor Bartlett declara abiertamente que las energías limpias no son la solución, porque son un gran negocio privado y no se resuelve el problema, por eso hay que ver cómo está la generación de electricidad de manera convencional…


A pesar de estas declaraciones esperamos que nuestro 2020 no sea un año oscuro, ni a media luz, para que pueda continuar con mis hijos jugando el juego de las escondidas cuando llegue la noche sin necesidad de apagones. Y uno de mis deseos más fervientes para este año que viene será ése, que el pensamiento del director de la CFE se vea iluminado por energías limpias.



« Redacción »