Los que saben de aguacates dicen que en materia legislativa hay chamba para rato, pues como dice la raza, a los diputados locales se les durmió el gallo.
Y, no es que se dude de su profesionalismo y velocidad, pero una cosa es cierto, que muchos de sus pendientes forman una larga lista de expedientes por resolver.
Por lo que a menos de que se apliquen y encuentren coincidencias en su quehacer estos últimos días el período, podrán cantar victoria antes de aventar la toalla.
Aunque eso sí, en torno a lo que se maneje con relación al tema presupuesta, habrá que otorgarles el beneficio de la duda sobre los trabajos.
Dicen que no esperan sorpresas los diputados, pues ya les dio cátedra el tesorero Carlos Garza, por lo que de estar planchadas las cosas bien, de lo contrario ya sabrá.
Aunque eso sí, también hay que decirlo, para nadie sería una sorpresa que los diputados tuvieran atorones y se colgaran en el tema presupuestal, porque no hay garantía de nada.

Cada que se arma el presupuesto de las autoridades de los tres niveles de gobierno una cosa es cierta, que el rubro en materia de seguridad sigue ocupando un aumento especial.
Por lo que para nadie es un secreto, el incremento que al menos en ese sentido, guardan y guardarán las áreas específicas y responsables de la seguridad en todos sus sentidos.
Y, que a decir verdad como es ya una coincidencia, dada la necesidad de combatir la inseguridad, se busca incrementar el número de elementos que nutren las fuerzas policiacas.
El gran problema que enfrenta la autoridad, del nivel que sea es, que la ‘’materia prima’’ no es tan fácil de encontrar pese al incremento salarial y de beneficios para contratar más policías.
Por lo que las academias y el pirateo de oficiales, sigue siendo dos de las herramientas principales para incrementar las fuerzas del bien, amén de traer elementos de otros estados.
Con lo cual se advierte que el hecho de disponer de un mayor presupuesto no es garantía, de nada si a ello se agrega que no se ejerce y no se asigna el número de uniformados por unidad.
Y, si a ello se le agrega que cada vez se incrementa el número de colonias que requieren de patrullaje, ya hay quienes sugieren promover solicitudes en jornadas de casa por casa.

Definitivamente, la celebración del Desfile Revolucionario sigue siendo una actividad muy simbólica y de interés para cientos de mexicanos.
Especialmente para aquellos regiomontanos que salieron a disfrutar de dicha actividad presentada por las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Desde luego, en cada municipio y en la entidad, hubo necesidad de realizar algunas modificaciones en materia vial por seguridad de las personas.
Amén de emparejarse con el tema de la seguridad pública a fin de evitar también actos delictivos, de esos que nunca falta.
Pero lo más interesante es, que muchas autoridades podrán decretar saldo blanco y eso sí, eventos muy concurridos y con aglomeraciones.
Como por ejemplo, la capital de Nuevo León que se volvió un nudo vial y peatonal ayer día de asueto en el primer cuadro de la ciudad.
Por lo que mientras se celebraba el desfile revolucionario en los alrededores de la Macroplaza y Palacio de Cantera, la avenida Juárez se volvió un caos.
Eso sin contar, aquellos que utilizaron su día de descanso para ver que encontraban en los comercios locales tras el llamado Buen Fin.
De ahí que conductores que cruzaron por dicha avenida, sufrieron el atorón desde Constitución a la altura de Isaac Garza, así como Cuauhtémoc y Pino Suárez.
Por lo que ya se imaginará la complicación vial, a la que tuvieron que enfrentar los elementos viales, que a pesar de su esfuerzo vivieron un caos ‘’revolucionario’’.

No nos gusta el chisme, pero con eso de los movimientos y los reajustes en las delegaciones federales, se busca economizar.
Por lo que en la reestructura hay muchos ‘’damnificados’’ que o se fueron o tuvieron que adaptarse en cargos menores y menor salario.
Pero como la economía trae ajustes más que necesarios, hay quienes ser quejan hasta por la falta de recursos para las ambulancias, lo cual afecta el servicio.
Con lo que, los traslados de pacientes se ha vuelto una prueba de fuego tanto para las autoridades como para los derechohabientes. Lo peor es que no ven mejoría.