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Opinión Columna


Inestabilidad


Publicación:14-11-2019
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Lo cierto es que el acompañamiento de Jaime Rodríguez festejando su triunfo, guarda un parecido con el ascenso de Calígula

 

Durante algún tiempo el gobierno Peña Nieto condujo algunas de sus decisiones siguiendo a una Encuestadora que funcionaba con el membrete de la Presidencia de la República, y muchos de los puntos que congregaron a todas las fuerzas políticas en torno al Pacto por México, tuvieron lugar en derredor de una inofensiva jerarquización de necesidades y de obras públicas que inclinaron algunas de sus decisiones. Hasta que, finalmente se suplantó aquel orden por las componendas de los negocios que tuvo a todos reunidos en torno de algo tradicional e ilusorio, que hizo coincidir la actitud de la eficacia y la de la validez, a partir de que el proceso de formación y ejercicio del poder -por algún tiempo- fue representativo de las expectativas sociales que surgen del régimen de participación, en la medida que las diferencias de opinión respecto del trasfondo de los beneficios fiscales producen un gran desacuerdo. Y, desde otro ángulo, vuelve arbitraria toda expectativa frente a las posiciones en conflicto, aunque esto haya podido mediatizarse en nombre de las postulaciones independientes, porque no dejan de reflejar el mismo sistema en descomposición social y política, basado en la corrupción.


Nunca dudé de aquel método. Al poco tiempo y con motivo de la postulación de la candidatura de Jaime Rodríguez Calderón al gobierno de Nuevo León, aquella encuestadora me preguntó .sugiriéndome las respuestas- sobre la vida privada del Bronco, en particular, sobre las acusaciones de Silvia…, la segunda esposa del candidato independiente, y me hizo notar la muerte de uno de los hijos que tuvo Rodríguez con su primera esposa, quien hacía responsable de ello al padre por sus relaciones con el crimen organizado cuando fue alcalde de García. El nuevo método me llevó a rechazar las sugerencias, por no ser las denuncias de Silvia materia del escrutinio público. Aunque una vez que Jaime Rodríguez Calderón comenzó a festejar la tendencia de los resultados electorales, y vi en la TV que Jaime Rodríguez se hizo acompañar de uno de sus caballos a la macro plaza de Monterrey, recordé aquella golpiza que denunciara Silvia… y el hecho de que el ascenso de Rodríguez Calderón confirma que la historia se repite dos veces. Lamentablemente, se repite unas veces como tragedia y otras como comedia.


Lo cierto es que el acompañamiento de Jaime Rodríguez festejando su triunfo, guarda un parecido con el ascenso de Calígula, quien a las botas militares que calzó con su uniforme se une su nombre; fue cruel en todos los actos de su gobierno, y el hecho que Suetonio describe en los Doce Césares, de que nombró Cónsul a su caballo, resume la agitación del pueblo judío por haber inscrito en un colegio sacerdotal a su caballo Incitatus, lo cual se considera resultado de su demencia, igual que a sus botitas la causa de sus triunfos militares.


Por otro lado, también destaca el común denominador de las aspiraciones presidenciales de Jaime Rodríguez, sin recursos para ello, la inestabilidad emocional y locura atribuida a Nerón, a causa de que Agripina, al contraer segundas nupcias con el emperador Claudio, logró que este adoptase a su hijo Nerón, atropellando los derechos al trono imperial de Britanio, de donde, el hijo de Agripina tomó como nombre el de Claudio César Nerón, recibiendo además del padrastro, en nupcias, a su hija Octavia. Y una vez muerto el emperador Claudio, envenenado por Agripina, y tras el divorcio de Nerón -de Claudia- mujer a la que dio muerte, siguieron los suicidios de Séneca y otros jefes militares que favorecieron sus inclinaciones viciosas y su endiosamiento, que ya no tuvieron trabas. Hasta que, finalmente, incendió parte de Roma para construir su Domus Aurea, culpando a los cristianos del suceso, hasta que el Senado lo depuso y murió regocijándose de ser un gran cantante.


Las mismas razones edificadas sobre la creencia de que las botitas militares y el caballo incitatus de Calígula fueron la causa del triunfo de Cayo Julio César Germánico (Calígula) y de su poderío como emperador, se encuentran en la locura del gobernador de Nuevo León, quien supone que por haber sido candidato independiente le da derecho a mantener sumiso al Congreso del Estado de sus necesidades financieras, a consecuencia de la adquisición de dos mil hectáreas de tierras en el municipio de García, Nuevo León, a través de prestanombres para luego urbanizar aquella zona por cuenta del presupuesto público y de que comienza a hacerse la lista de los usuarios de la empresa Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, I. P. D., que dirige Gerardo González Garza y un equipo de abogados comandados por Gerardo Garza Peña, cuyo poder para robar se basa en el artificio de que la empresa unilateralmente fija el monto y el precio de los consumos, así como la decisión de hacerse justicia por su propia mano, para revisar qué suma va a la restauración de las fugas a que han dado lugar las raterías y la deficiente administración de la empresa.


Por lo pronto, no me queda más remedio que denunciar en nombre de todos los usuarios a los que se les ha hecho pagar el costo de la mal administración y las raterías surgidas de la inestabilidad emocional de Jaime Rodríguez Calderón, que principiaron con los chantajes de las llamadas telefónicas de la niña que grita con la voz de auxilio “papá, papá…” y la de del delincuente que informa con vocabulario soez al interlocutor tener a su hija en una casa de seguridad, y cuya llamada estuvo saliendo de los penales de Nuevo León, mediante celulares robados, bajo la protección del primer Procurador de Justicia del Bronco. Información que se obtuvo de quien en el momento permaneció en la Subprocuraduría de Justicia de Jalisco, ahora desempeñándose en el Tribunal Superior.


Lo más delicado, se encuentra en que las necesidades financieras del Bronco las quiere confundir en el marco de su gobierno, para expresar las diferencias de opinión en el marco de la actuación gubernamental, porque en mi caso, la contienda por los cobros sin juicio previo, equivalen a una persecución por mis ideas publicadas. Mierda sería poco lo que podría decir sobre la administración pública de Jaime Rodríguez y su cohorte que justifica su comportamiento en la antigüedad en el trabajo, cuando según Jefferson si en un plazo de seis años no se muestra superación, debe dejar el cargo.



« Redacción »
Carlos Ponzio


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