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Opinión Columna


Tecnología y humanismo


Publicación:08-11-2019
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La educación dual es una de esas maneras: los alumnos están en la fábrica y en el aula.

Los avances científicos en materia de tecnología, que abren otro paradigma industrial y político, nos colocan en el preámbulo de la ciencia ficción y de la convivencia (o la sustitución, o el reemplazo) entre la materia humana y organismos cibernéticos, que ya han sido anticipados en cintas como Blade Runner y Terminator,


Simplemente el teléfono celular, al cual todos tienen acceso, es un organismo cibernético que con las categorías epistemológicas de la Inteligencia Artificial puede decidir por sí mismo, tanto en actitudes como respuestas. De hecho, ha modificado la conducta y el comportamiento de los humanos en diferentes rubros, desde el laboral, el escolar, el amoroso y la creatividad.


La fase actual de la cibertecnología, apunta a tres sectores básicos de la sociedad: la educación, la salud y la seguridad. Desde luego la industria. Está en el marco de la puerta la llamada Cuarta Revolución Industrial, conocida como 4.0, en la que los procesos productivos estarán a cargo de robots, ciborgs, máquinas inteligentes. Esto ha obligado, en términos de educación a que las escuelas y universidades, pongan al día sus planes de estudios y sus currículas.

La educación dual es una de esas maneras: los alumnos están en la fábrica y en el aula.


Las nuevas tecnologías digitales de la Industria 4.0 incluyen Inteligencia Artificial, realidad virtual, métodos de simulación, manipulación de la materia, la fabricación aditiva y la edición del genoma. Los resultados son autos autónomos, prótesis ergonómicas, microchips instalados en el organismo humano para modificar conductas y estados de salud. Está bien, es la ciencia, el avance científico, pero el gran riesgo no reside en que las máquinas adquieran inteligencia y vida propia y se rebelen contra el ser humano, sino que el humanismo sea sustituido por procesadores condensados.


Y entonces la educación además de su actualización pedagógica, tiene el gran reto se enseñar los fundamentos humanistas de la nueva tecnología. De nada sirve el avance científico si tan sólo es para la nutrición de segmentos poderosos que dan al traste con la solidaridad, la justicia, el amor. Entonces el arte se convierte en el centro gravitacional de los mecanismos cibernéticos.


Y del arte, la literatura. Ayer se presentó el libro En Conalep también escribimos, taller de creación y apreciación literaria. Da gusto saber que una institución educativa de Nuevo León, a la vanguardia en la enseñanza de mecatrónica y procesos digitales, en concordancia con las demandas de la Industria 4.0, apoye la creación del arte literario expresado por algunos de sus alumnos, escritores en ciernes.


La revolución industrial no puede estar desligada de la revolución del arte, en concreto de la literatura, señaló el profesor Roel Guajardo Cantú, director de la institución editora, porque entonces el conocimiento y la destreza técnica no tendrían el soporte de la sensibilidad y la orientación humanista.


Acerca de los alumnos que participaron en el taller de creación literaria, el Profesor Roel Guajardo Cantú, expresa: “Sí, son los futuros técnicos de nuestro país, la fuerza productiva de las empresas de Nuevo León y del mundo, pero también serán técnicos sensibles y creativos en el arte y la comunicación”.


Es necesario.



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