Un día como hoy, 18 de octubre, pero de 1763 nace en la Ciudad de Monterrey Fray Servan-do Teresa de Mier y Noriega Guerra; descendiente de los más antiguos pobladores del Nuevo Reino de León.

Cursó sus primeros estudios en la Sultana del Norte, para después emigrar a la Ciudad de México dónde se ordenó como sacerdote para posteriormente convertirse en Licenciado en Filosofía y Doctor en Teología.

Por sus dotes en la oratoria fue llamado “Voz de Oro “, por tal motivo era convocado a predicar sermones en los eventos más importantes en la capital del virreinato, hasta que fue invitado a pronunciar un mensaje cuyos conceptos e ideas fueron malinterpretados, por tal motivo fue condenado a exiliarse 10 años en un convento en España, del cual escapó.

Después de escapar se instaló en algunos lugares de Europa, sufriendo crueles persecuciones y el más inhumano de los tratos.

Cuando supo del levantamiento del Padre Hidalgo se dedicó a promover la independencia de la Nueva España, empezó a relacionarse con personajes ligados a los procesos independentistas de los demás Virreinatos.

Emprendió un viaje a la Nueva España dónde junto a Javier Mina y 300 hombres emprendieron una lucha por la causa independentista, pero al poco tiempo de ésta, Mina fue derrotado y Fray Servando fue apresado y trasladado a la Ciudad de México.

Se dedicó a realizar trabajos en la imprenta que trajo desde Europa, en la que imprimió comunicados y bandos insurgentes, esta herramienta estuvo al servicio de la causa independentista, por tal motivo fue confiscada por el General Francisco Arredondo, quien ordenó su traslado a  Monterrey.

El Padre Mier estuvo recluido tres años en los calabozos de la inquisición, en la Ciudad de México, por ser considerado peligroso, pero cuando intentaron trasladarlo a Cádiz se fugó y fue a refugiarse a La Habana para posteriormente trasladarse a los Estados Unidos donde permaneció hasta la consumación de la independencia en México.

Fue diputado por Nuevo León en el primer Congreso Nacional y desde ahí pugnó por la implantación de un régimen republicano; también se distinguió por ser uno de los principales opositores del proyecto imperialista de Iturbide, por lo que nuevamente fue preso, para ser liberado a la caída del imperio en 1823.

Nuevamente fue nombrado diputado por Nuevo León al Congreso Cons-tituyente de la Nación, dónde destacó por las constantes polémicas con Miguel Ramos Arizpe, en las que discutía por definir si Monterrey o Saltillo serian la principal provincia interna del oriente.

Sostuvo la idea que la organización política ideal para México era una que no llegara a tocar los extremos del centralismo ni del federalismo, por esto le trajo problemas con otros legisladores, por lo que fue protegido por el enton-ces Presidente Guadalupe Victoria, quién le dio hospedaje en el Palacio Nacional, dónde murió el 3 de diciembre de 1827.

En la actualidad sus escritos son considerados unas verdaderas joyas literarias en las que pugna por que la soberanía e independencia de los pueblos.

Su contribución en la Independen-cia y soberanía de México es invaluable, al igual que sus conceptos políticos planteados en los primeros años del México independiente.

Como benemérito de Nuevo León, no sólo debemos honrar su memoria con actos solemnes, si no con el esfuerzo y dedicación a mejorar nuestro Nuevo León y nuestra patria, México.