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Opinión Editorial


El Comandante Borolas


Publicación:26-08-2019
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El cine de oro mexicano revivió esta semana pasada, al resurgir su memoria con un chascarrillo involuntario pronunciado por el presidente López Obrador (AMLO), quien haciendo referencia a la problemática de inseguridad que vive el país, recordó el inició de la guerra contra el narcotráfico, así bautizada por él mismo desde aquellos tiempos (2007), y que como slogan de campaña funcionó, pero ahora que tiene la responsabilidad de enfrentar a los criminales organizados, recurre a la memoria del inicio del mal, donde el ex presidente Calderón, se vistió de militar con una ropa holgada, se puso una boina verde y se dirigió presto a realizar la declaración de guerra, motivo por el cual le recordó a Borolas, un cómico mexicano de la época del cine de oro, a quien comparó con el ex presidente.

 Para ahondar más en el suceso: “Va vestido de militar. Se pone un chaleco que hasta le quedaba grande. Parecía el Comandante Borolas. Allí declara la guerra”. Allí es Michoacán, donde hace 14 años Calderón, alias el Comandante Borolas, declaró la guerra; la misma tierra donde el pasado 25 de agosto, hace un par de días,   murió en una emboscada que terminó en un combate del ejército mexicano contra grupos civiles armados, el coronel comandante del decimocuarto cuerpo de caballería de defensas rurales, Víctor Maldonado Celis, donde recibió varios impactos de bala y falleció en un poblado de Ziracuaretiro, Michoacán.  Este tema del combate al narcotráfico y al crimen organizado es, junto al tema económico, el talón de Aquiles del gobierno federal actual.  Obviamente que al presidente AMLO le molesta que le contradigan su idea de que la violencia ha disminuido desde que él llegó al poder; y se enfada aún más si con datos duros, se le demuestra que inclusive ésta ha aumentado.

En el discurso de odio contra Calderón, AMLO se vio cuestionado por el tema de la violencia que no cede, explicó que su gobierno está atendiendo las causas más que utilizar medidas coercitivas como fue el caso del gobierno de Calderón. “Calderón declaró la guerra, le pegó un avispero a lo tonto…”, esta idea de que fue un error que reflejó falta de inteligencia, se empata perfectamente con la imagen de un Comandante Borolas, que pretende, como lo vemos en sus películas, resolver casos de robos, presentándose a sí mismo como “el detective Hércules Borolas, el detective que nunca se hace bolas”, cuando al final lo roban también a  él y, para rematar, lo dejan en paños menores.

Obviamente que AMLO recurre a la memoria colectiva para recordar que la culpa de la inseguridad no parte de su gobierno, sino de los errores cometidos por el gobierno calderonista: “Se piensa que surgió el problema con nosotros, y sí asumo la obligación que tenemos, de garantizar la paz y la tranquilidad, pero no es con el uso de la fuerza como lo vamos a lograr”. La idea es correcta hay que retomar el origen, las causas que forman parte de la problemática para tratar de disminuirla en el mediano y largo plazo, pero también hay que enfrentar de manera directa a los delincuentes en el plazo inmediato, ya que éstos ya están allí, aquí y ahora, en las calles,  acechando la tranquilidad, la integridad y el patrimonio de los ciudadanos.

Si el apodo de Ricky Rickín Canallín fue todo un éxito de campaña, el del Comandante Borolas, también ha tenido una gran repercusión en las redes sociales, los memes no se han hecho esperar y son divertidos. Obviamente no podemos defender a nadie que imponga apodos a los demás y se burle, es precisamente una forma de maltrato verbal y establece los pilares básicos de las conductas de violencia, especialmente de acoso. Los dichos simpáticos de AMLO no cumplen todos los requisitos para ser considerados como parte de un acoso, pero sin duda que como toda forma de violencia verbal, dejarán un daño moral y psicológico al ex presidente afectado por la burla tan certera. De hoy en adelante es casi imposible pensar en el ex presiente Calderón y no reírse de su parecido con el Comandante Borolas, interpretado por Joaquín García Vargas, un personaje entrañable de la comedia mexicana.

La ocurrencia de AMLO fue espontánea, surgió como parte de una dinámica donde el percibió que se  responsabilizaba a su gobierno de  una situación tan delicada como la inseguridad, cuando el responsable del surgimiento de la misma fue el Comandante Borolas, así lo espetó, no pudo contenerlo, desde hace mucho que seguramente esta idea del parecido  entre ambos personajes (el ex presidente y el comediante), estaban en su mente; y como parte de un chascarrillo en lo privado, no trasciende  notablemente, pero se le salió en vivo en una mañanera, el daño fue inevitable, con las posibilidades de convertirse a través de la viralización en redes en un caso más de ciberbullying.

Tres temas se derivan de este suceso que generó tanta hilaridad mediática y que nos permiten una reflexión de interés colectivo. El primero de ellos es que la ocurrencia del Comandante Borolas, no lo podrán negar los expertos en el tema, incita a un discurso de odio y como tal, forma parte de una  violencia simbólica  de tipo verbal, al asignar a alguien un mote del que difícilmente podrá liberarse. Esto nos lleva a la pregunta de los 64 mil, ¿se disculpará AMLO públicamente por sus dichos ofensivos?

Una segunda reflexión gira en torno a la lucha contra las organizaciones criminales, que a pesar de que han transcurrido  doce largos años, el problema no está resuelto, inclusive se recrudece actualmente  en regiones específicas del territorio mexicano. Una de ellas la representa la frontera tamaulipeca, lo cual nos afecta emocional, física y patrimonialmente, ya que representa un riesgo cercano para los nuevoleoneses.

La tercera reflexión nos permite rescatar de la memoria al gran actor Joaquín García Vargas, a la época de oro del cine que representa, sus películas no sólo son  comedias de gran valor cinematográfico, son una memoria viva del México de la mitad del siglo XX, de sus valores, las costumbres,  su cultura, un baluarte antropológico que vale la pena revivir en  películas como: Nosotros los rateros, Los pistoleros, La casa de los espantos, Dos inocentes mujeriegos, Échenme al vampiro, Frankenstein, el vampiro y compañía,  Pa´que me sirve la vida, Nos lleva la tristeza, La divina garza, Dos alegres gavilanes, Matar o morir, Tres palomas alborotadas,  Juramento de sangre, Los pistoleros, La máscara roja, El rayo de Jalisco,  Los amigos Maravilla, A ritmo de twist, Los laureles, Amor a balazo limpio, Los fanfarrones, Los resbalosos, Dos maridos baratos, El último mexicano, Kermesse, Fiesta en el corazón, Viaje a la luna, La guarida del buitre, Cada hijo una cruz, El gallo colorado, La pantera negra, Amor del bueno, ¡Aquí están los Aguilares!, Los hijos del rancho grande, Qué lindo Cha Cha Cha,  El rey del Barrio (con Tin Tan), entre otras.



« Redacción »
Arturo Delgado Moya

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