Para donde quiera que volteemos, veremos plástico en envases, bolsas, dispositivos médicos, vehículos, celulares; en resumen, es el material más utilizado y parecería que el preferido, pues se utiliza para una gran cantidad de fines.

Tan útil, como peligroso pues mientras resuelve la vida del mundo moderno, su vida útil, de acuerdo con Greenpeace, es de 12 apenas minutos. La peor noticia es que tarda 400 años en degradarse.

Es por ese motivo que la Organización Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, han declarado que su producción y uso representan una crisis global ya que es un material que el planeta no puede digerir.

Anualmente se producen 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales un alto porcentaje termina en ríos y mares.

Seguramente usted, como yo, habrá visto alguna vez alguna la fotografía de una tortuga con un popote encarnando en su fosa nasal o un plástico oprimiendo su caparazón.

Citando de nuevo a Greenpeace, cada habitante de México utiliza al año, 650 bolsas de plástico.

A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra cada 5 de junio, no puedo menos que sumarme a la reflexión colectiva de lo que estamos haciendo por el planeta y cómo nuestros hábitos de consumo impactan en la calidad del aire, tierra y agua.

Nuevo León se sumó este año a las políticas que retirarán el consumo de bolsas plásticas en supermecados; la ley entrará  en vigor en 2020.

Baja California, Chihuahua, Sonora, Durango, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Jalisco y Ciudad de México ya regulan desde su marco jurídico, el uso de bolsas de plástico, popotes y artículos de unicel.

Hace unos días el gobierno municipal de San Pedro obsequió a sus trabajadores bolsas ecológicas y recipientes para alimentos con la finalidad de que reúsen al momento de trasladar y consumir sus alimentos.

Muchas organizaciones de la sociedad civil promueven acciones sustentables predicando con el ejemplo y utilizan termos para dejar de comprar botellas plásticas de agua.

¿Quiere que le comparta otra buena práctica digna de replicarse? Cierta vendedora en un mercado rodante de Santa Catarina obsequia tostadas preparadas a todo comensal que lleve su propio recipiente, para no recurrir a las bolsas de plástico que seguro irían a parar a las calles o rejillas del drenaje pluvial.

No es sencillo, de la noche a la mañana, eliminar el plástico, pero tampoco es imposible.

Si bien la autoridad va haciendo esfuerzos por regular la producción y consumo del plástico, a nivel personal usted como yo no tenemos que esperar al 2020 para que entre en vigor esta ley en Nuevo León;  podemos desde ya rechazar el plástico, reusarlo o reciclarlo.

Podemos adquirir bolsas sustantables, popotes y cubiertos hechos con material orgánico.

La celebración del Día mundial del Medio Ambiente nos brinda la oportunidad de mejorar nuestra conducta de consumo como individuos, empresas y colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad a favor del medio ambiente.

El Día Mundial del Medio Ambiente comenzó a celebrarse en 1974 y este 2019, la temática de la celebración  mundial versa sobre la contaminación del aire, asignatura que todos los que vivimos en esta mancha urbana llamada Monterrey, conocemos muy bien.

Con esta celebración, la ONU invita a generar cambios en nuestro día a día para reducir la contaminación del aire que generamos en la vida cotidiana para  contribuir a revertir el calentamiento global .

Sin duda reducir el consumo de plásticos es una buena forma de coadyuvar a este fin. Hagámoslo.

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