A seis meses de haber iniciado su gobierno el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es relevante revisar qué avances y dificultades ha encontrado, considerando las grandes expectativas que ha generado la cuarta transformación.

Debemos destacar de entrada la gran aceptación que mantiene el presidente en las encuestas, aunque  sí ha disminuido, en los últimos seis meses,  cerca de 10 puntos porcentuales, y tres puntos porcentuales en el último mes, pero el nivel de aceptación en general, de más de un 60%, sigue siendo muy alta, en comparación con otros expresidentes en este período de avance de gobierno.

Obviamente los que no votaron por él seguirán manteniendo en su mayoría la postura antiAMLO, pero los que sí lo hicieron, siguen confiando en las promesas de campaña, la mayoría de ellas convertidas en programas de gobierno actual.

Los programas sociales han sido relevantes, la entrega de apoyo a las poblaciones vulnerables le ha permitido mantener ese nivel de aceptación ya mencionado, además, está creando una base de beneficiaros que creen que los apoyos son personalizados, es decir, del presidente para ellos, sin intermediarios, porque así lo ha planteado AMLO, sin intermediarios, porque se presta a la corrupción.

Hay que recordar que el tema moral que fundamenta el liderazgo del presidente es la lucha contra la corrupción: “Yo no soy corrupto”, lo ha dicho muchas veces, lo cual se expresa demanera concreta en sus acciones contra el huachicoleo, y las redes de delincuentes de cuello blanco, especialmente en PEMEX, que  han sido acciones estratégicas, y que están dando resultados, especialmente con la caída de Emilio Lozoya, exdirector de PEMEX, solo falta Romero Deschamps.

Otro logro lo ha sido la creación de la base jurídica para que las fuerzas armadas del gobierno se integren a labores de seguridad pública, la aprobación de la ley para crear y operar la Guardia Nacional, es otro éxito en cuanto a su gestión, falta ver qué pasa cuando los soldados ahora convertidos en policías, realicen su trabajo. La Guardia Nacional es una de las apuestas más importantes del presidente, sí logra bajar los índices de inseguridad en el mediano plazo, será un triunfo político de gran trascendencia. Por el contario, si falla, no sólo será una situación muy grave para el país, además, no justificará su decisión de ir en contra de una promesa de campaña, retirar a los militares de la lucha contra los delincuentes, la cual tuvo que revirar al conocer de fondo el nivel tan grave de la crisis  de inseguridad pública que tenemos en el territorio nacional.

Los otros temas y decisiones que se han convertido en políticas y proyectos, se apegan básicamente a sus promesas de campaña: la cancelación del nuevo aeropuerto de la ciudad de México en el lago de Texcoco; la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas; el tren Maya; y especialmente, la reforma educativa.

Las decisiones que el presidente ha tomado en estos primeros seis meses, responden al cumplimiento de sus promesas de campaña; no podemos saber aún qué nivel de éxito tendrán las mismas, la moneda está en el aire, AMLO depende del éxito de las mismas, para que su proyecto político de la cuarta transformación logre el reconocimiento social e histórico que pretende, y que pueda contribuir a la consolidación de un Estado de Bienestar como lo ha planteado.

La estrategia anti neoliberal, de darle predominancia a la política sobre la economía, ha  generadoincertidumbre en  los mercados financieros nacionales e internacionales, pero la disciplina fiscal y  la lucha anticorrupción, ha permitido recuperar un poco la confianza, al menos para seguir trabajando sin llegar a una crisis.

La reforma educativa ha sido una promesa de campaña cumplida, aún falta conocer las leyes secundarias y reglamentarias, pero finalmente, a pesar de contar con oposición de la CNTE, logró integrar ambas representaciones sindicales (SNTE y CNTE), en un proceso de negociación permanente, que ha permitido recuperar la confianza de los docentes, en el sentido de ya no ser perseguidos como los culpables del fracaso del sistema educativo, castigándoles con la pérdida del empleo, y recuperando el sentido de desarrollo profesional  en el sistema escolar por vía de la carrera magisterial y el sistema escalafonario.

Las “mañaneras” han sido una estrategia de comunicación muy discutida a nivel nacional, estar todas las mañanas de lunes a viernes, informando a los medios las decisiones del gobierno federal, ha sido desgastante y seguramente lo seguirá siendo, ya que la responsabilidad de lo que allí se plantea es del presidente, los éxitos y los errores le competen a él principalmente, a nadie más; es un riesgo que el presidente ha tomado y el desgaste será inevitable, pero la ganancia que obtiene y obtenga puede ser mayor.

Mantener un canal de comunicación abierto de manera permanente con los medios de comunicación, permite una retroalimentación inmediata que le permite al presidente ajustar el rumbo de lo que está haciendo, además de mostrarse transparente en lo que piensa y cómo va a actuar, permite generar una empatía entre los involucrados, ya que no cualquier presidente, a nivel internacional,  permite una acercamiento de los medios de esta naturaleza.

El tema migratorio ha sido una bomba que estalló en las manos del presidente, probablemente medio millón de migrantes en los últimos seis meses,  han entrado por la frontera sur buscando el sueño americano, tal vez, un diez por ciento lo logre, pero ¿qué va a pasar con el otro noventa porciento que no pueda pasar más allá de la frontera norte? Probablemente un cinco porciento decida regresar a su hogar de origen o sea deportado, pero un 85% de estos migrantes es muy probable que permanezcan en nuestro país.

A pesar de absorber este porcentaje mencionado, Trump amenaza con castigar económicamente a nuestro país por no resolverle el problema de su 10%. Una situación verdaderamente injusta para México, donde demuestra  nuevamente cómo el gobierno federal del país vecino del norte, especialmente su presidente, abusa de su poderío,  lo cual contradice los dichos de Trump, de ser México el abusador, siendo esta última una mentira más del presidente norteamericano.

A manera de conclusión podemos señalar lo siguiente: AMLO está cumpliendo con la mayoría de sus promesas de campaña; la implementación de las mismas no ha sido fácil, y representa un riesgo que el presidente está dispuesto correr; si estas promesas hoy políticas y programas de gobierno funcionan, se traducirá en unfortalecimiento de la economía nacionaly, en consecuencia, en  un mayor bienestar social y una consolidación política de la cuarta transformación y del movimiento que representa.

Si no resulta de esta manera, en su momento habrá que continuar con el análisis crítico, por lo pronto, a seis meses, merece el beneficio de la duda.