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Opinión Columna


Y luego qué


Publicación:17-05-2019
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La política, dice Chomski, a veces se confunde con el espectáculo, pero en el fondo son lo mismo en cuanto son veleidosos

Ayer vino Andrés López Obrador, presidente de México ¿y luego qué? No se autorizó el aumento a la tarifa del transporte urbano, con pésimo servicio e irracionalidad en el diseño de rutas ¿y luego qué? Las respuestas no por escasas son menos importantes y no por importantes merecen quedar suspendidas en la espiral infinita del vacío.


El luego qué, significa que no hay consecuencia directa positiva hacia la comunidad, no hay ninguna repercusión de mejoría, como sucede en otros estados, a partir de la Cuarta Transformación. López Obrador llega a Monterrey a ceder unos terrenos para el beneficio supuesto del estado, que luego no va a ser así, porque de antemano las anomalías están a la mano: primero se dijo que se iba a hacer un parque ecológico con más árboles que Fundidora, y ahora se está diciendo que son para un proyecto inmobiliario. Cuando se dice inmobiliario se piensa inmediatamente en afán de lucro, no en beneficio social.


El interés político particular sobre el beneficio de la sociedad. Judith Díaz que ni siquiera ha podido hacer la nómina de beneficiados con los apoyos federales, andaba pegada con AMLO para que se vierta que anda pegada con AMLO y se deduzca una cercanía muy cercana, como se dice. Pero no hay tal. Ni siquiera ha podido hacer su trabajo. Y así como anda pegada con AMLO anda pegada con El Bronco.


La política, dice Chomski, a veces se confunde con el espectáculo, pero en el fondo son lo mismo en cuanto son veleidosos y pone por encima aspectos sin ningún interés comunitario a los verdaderos intereses comunitarios. Aquí encaja Judith Díaz a la perfección. Sus antecedentes hablan por ella.


Y luego qué. Se canceló el aumento a la tarifa del transporte urbano, pero no se ha pronunciado algo a favor del mejoramiento del servicio. Y, como siempre, la maldad humana se basa en la necesidad de los débiles: hay rutas, la 23, entre otras, que están cobrando 17 pesos. ¿Y la autoridad? Bien gracias. ¿Y Judith Díaz? No es asunto de su competencia, siempre dice, para evadir el compromiso social. ¿Y entonces su supuesta cercanía con AMLO no la podría aprovechar para decirle que el pésimo servicio del transporte urbano es Monterrey es deficiente, inseguro y caro, y que debería tomar medidas al respecto? No. No podría aprovechar la supuesta cercanía porque su cercanía con la ciudadanía no existe.


Sí, no se aumentó el costo de pasaje. Es sin duda un gran beneficio para la ciudadanía que ya no haya a qué árbol treparse con todo tan caro. Pero esto se va a revisar dentro de un mes. Pero es un avance. Falta lo que sí dijeron los hombres de gobierno: la mejoría en la prestación del servicio, el re-diseño de las rutas, el horario de la frecuencia de paso, el cobro por kilometraje, la renovación de la flotilla actual. Sí, la requisa es importante. Y es importante es que los diputados, las organizaciones ciudadanas, enderecen opciones para que se haga realidad.



« Redacción »