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Opinión Editorial


La quema del Judas


Publicación:15-04-2019
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La “quema del Judas” es una tradición local de algunos pueblos españoles e iberoamericanos donde lo mismo se apedrea, o se lincha o de plano se quema un muñeco que representa a Judas Iscariote, por su traición a Cristo, esto, claro está, durante la Semana Santa.
Los rarámuris, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, realizan un muñeco que es “bailado”, para finalmente quemarlo y con él, eliminar el mal.
En Monterrey, los vecinos de la colonia Obrerista aplican esta tradición para quemar el Sábado de Gloria, a un muñeco que represente a algún personaje de la política que con sus desaciertos se haya ganado la aminadversión pública.
En los pasados dos años, el personaje en forma de piñata fue Donald Trump, pero la lista ha sido larga.
Ayer, los integrantes del colectivo “Únete, Pueblo” se adelantaron un poco a esta ceremonia vieron en Jaime Rodríguez Calderón a su “Judas”, por el eventual aumento a las tarifas del transporte público.
¿Usted los culparía? Lo dudo mucho.
Y la verdad que esta “novela” del transporte público se extiende ya casi siete meses y pues el caso es que aún no hay nada definido. Pero no crea que es porque el gobierno o los empresarios no quieran, sino por la presión de la sociedad civil que ha alzado su voz para externar su rechazo a la medida.
Y créame, no es decir “no” a una nueva tarifa nomás por que sí. Lo realmente molesto es tener un gobierno que se pone, no del lado de millones de personas que apenas alcanzan con su ingreso diario para trabajar, pagar servicios, escuela y comer, dejando de lado, muchas veces, el tema de la salud para después.
Es terriblemente molesto tener un Ejecutivo que vela por el interés del empresario y que se niega a tomar decisiones a favor de las mayorías.
No puede ser que muchos estados del país puedan tener empresarios que sí pueden dar un servicio de calidad, con una tarifa menor a la que se cobra en Nuevo León.
Y este gobierno insiste que primero será el servicio, cuando esas palabras tan huecas se han repetido una y otra vez, sin éxito.
Quizá si a la par de un alza gradual a las tarifas, como es el esquema que se ha estado ventilando, se establecieran indicadores para los prestadores del servicio de tal suerte que si el servicio no mejora se suspenda el ajuste, otro gallo cantaría.
Pero cualquiera diría que a este gobierno le interesa muy poco lo que la gente quiera y necesita.
Quien teniendo un cargo público hace el bien, tiene la posibilidad de un mayor impacto. Es una enorme responsabilidad que, adecuadamente llevada generaría mayor bienestar, pero para ello se necesita voluntad.
Por lo pronto el coletivo “Únete, pueblo” adelantó su Quema del Judas, veamos con qué nos sorprende Francisco Haro, vocero de la colonia Obrerista, el próximo sábado en una ceremonia que mezcla el contexto religioso y político.
Yo ya hice mi lista mental de todos aquellos que “q uemaría”, asumo que usted, que amablemente nos lee, aportará otros tantos nombres para el ritual.

Comentarios: nelly.cepedagz@gmail.com



« Redacción »