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Opinión Columna


Cien días, una avalancha


Publicación:13-03-2019
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Con estos cien días AMLO dio un mensaje en Palacio Nacional que parece el primer Informe de Gobierno

 

Si hay años en los que no pasa casi nada, hoy no es el caso, porque desde el 1 de julio de 2018 el país está metido en una avalancha de acontecimientos políticos, económicos y sociales. Cien días del gobierno de AMLO, más 150 días previos de preparación, nos dan como resultado un país que se define por tres rutas: un cambio de estilo y proyecto (símbolos y decisiones); un alto nivel de polémica y debate en la vida pública (todas las acciones y declaraciones son vistas con lupa); y un gran contraste en las expectativas sobre el futuro inmediato (entre una alta aprobación ciudadana y una fuerte incertidumbre económica).


Cien días es un ritual en donde —equivocadamente— se quiere evaluar a un gobierno. Lo que se puede saber en este breve tiempo son los primeros pasos, las ofertas y las decisiones iniciales, pero todavía es muy pronto para ver resultados completos. Se podría decir que en este breve tiempo apenas se empieza a manejar la compleja maquinaria del gobierno federal, un tablero muy complicado, lleno de botones, palancas, focos, circuitos, que resulta difícil de operar en los primeros meses, y más cuando se quieren impulsar cambios. Hay un enorme potencial de inercias a las que se enfrenta un gobierno para impulsar cambios. Hace poco le preguntaron a AMLO —en una conferencia mañanera— sobre sus experiencias positivas y negativas de los cien días y su respuesta ubica el balance que hace el presidente: dijo, es satisfactorio repartir apoyos a personas necesitadas; por el contrario, lo negativo es la imagen del gobierno como un elefante, grande, pesado y lento.


Hay ejemplos que retratan muy bien a este gobierno y a un presidente empeñado en mover al elefante. Los cien días han sido un periodo de definiciones, desde los ajustes severos al presupuesto de gastos para el reacomodo de los proyectos prioritarios, hasta la insistencia obsesiva de AMLO en el combate a la corrupción. Tenemos así, una política de austeridad, que en sus grandes trazos puede ser positiva, pero llena de inconvenientes y afectaciones. En la otra parte, está la batalla contra el huachicol, que logró en poco tiempo reducir este robo de recursos públicos, pero que fue muy criticado en sus estrategias.
También hemos visto debates sobre la redistribución de recursos, para entender qué se le da a quiénes y mediante cuáles mecanismos. Preocupa que las reglas de operación de muchos programas sean débiles o inexistentes. Parece que se quiere llegar a políticas sociales de corte más universal, pero no queda claro lo que sucede en esta fase de transición en donde aparecen antagonismos, como el del presidente con las organizaciones de la sociedad civil, que ha generado malestar, sobre todo por la mecánica de corte y generalización.


Entre el mundo de la percepción y el mundo de los hechos se dan fuertes contrastes, por una parte, queda una aprobación presidencial en niveles del 79.4% (EL UNIVERSAL, 11/marzo/2019), una de las más altas en las últimas décadas; además la confianza del consumidor está en su mayor nivel en los últimos 12 años (EL UNIVERSAL, 11/enero/2019). Este es el país del optimismo, tanto por lo que se ha hecho, como por lo que se espera que suceda en el futuro próximo. Al mismo tiempo, hay sectores sociales que están completamente en contra de AMLO, como el zapatismo, o sectores de clases medias y élites económicas. La parte más pesimista está ubicada en los parámetros económicos, en donde las mediciones y las calificadoras ven con desconfianza al gobierno porque la actividad económica baja, el comercio y los servicios caen, hay huelgas y se desaprueba el rumbo, desde la cancelación del aeropuerto, el desabasto de combustible, hasta el bloqueo de las vías de tren en Michoacán.


La política se ha vuelto un escenario de confrontación de narrativas, que van desde las mañaneras del presidente, pasan por las redes y los medios, se alojan en análisis y comentarios editoriales, y generan diariamente un debate nutrido, más polarizado que informado. Con estos cien días AMLO dio un mensaje en Palacio Nacional que parece el primer Informe de Gobierno, sin duda es parte de la avalancha en un país que ha renovado sus expectativas positivas y negativas…


Twitter: @AzizNassif



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