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Opinión Editorial


Del Régimen Neoliberal al Estado Benefactor


Publicación:11-02-2019
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Durante el siglo XX la vida económica, política y social de los mexicanos, se edificó con una diversidad de políticas públicas, desde las emanadas de la Revolución Mexicana donde los campesinos recibían la tierra ejidal, créditos para el cultivo del campo, educación rural gratuita, apoyos y asesorías para mejorar sus condiciones de vida, época conocida como del Estado Benefactor; hasta las de los años 40s a los 70s, época del México Moderno, donde la iniciativa privada junto al Gobierno fueron tomando posesión de fuentes de producción y servicios, de la educación y la cultura, de las estructuras del  poder público y de una orientación política en defensa del capitalismo.

Las políticas del gobierno mexicano de los años 80s en adelante cambió su eje de desarrollo, y se dirigió haciala privatización de las grandes empresas paraestatales, el sistema financiero, las instituciones educativas y culturales, las dependencias gubernamentales de servicios y todas las instituciones de gobierno pasaron a manos de empresas privadas nacionales y extranjeras, este proceso y época de desarrollo se le llamó el Régimen Neoliberal.

El Neoliberalismo mexicano, además de privatizar los bienes de la nación, fomentó la venta de las tierras ejidales, de los bienes y servicios de las organizaciones e instituciones a empresas privadas nacionales e internacionales, generando el desempleo formal y la contratación por servicios específicos, sin derechos laborales y prestaciones, que ordinariamente las leyes mexicanas otorgaban a los trabajadores del país.

El régimen Neoliberal Mexicano acabó con los derechos laborales, sociales y culturales en tan solo 34 años de historia nacional reciente. El hartazgo político de los mexicanos se dejó sentir durante el semestre de campaña de elecciones federales nacionales de 2018, dando su apoyo y voluntad políticaa un candidato independiente de los partidos políticos tradicionales, propuesto por un Movimiento de Regeneración Nacional, y que arrasó en los resultados nacionales de julio pasado.

La nueva geografía política del país entero, nos lleva a una realidad económica, política, social y cultural que llama a la reflexión sobre el proyecto de nación y los programas de gobierno que el nuevo régimen ha implementado en los pocos días, acaso dos meses, que llevaal frente de la administración.

El nuevo régimen empezó con propuestas de reformas jurídicas, para de ahí, promover cambios en la estructura de gobierno, programas económicos, educativos, sociales, culturales y de saneamiento y conservación de nuestros recursos naturales, combatir la corrupción, impedir el robo de recursos energéticos y de la naturaleza, así como la difusión y entrega de apoyos económicos a los jóvenes, estudiantes, adultos mayores, mujeres y niños de primera infancia, comunidades indígenas y en prestar especial atención a las regiones marginadas del sur y sureste del país.

Para la frontera norte, decretó una zona fronteriza de políticas singulares, para reducir el costo de la vida, los energéticos y demás servicios a precios razonables. Tanto en la región norte como en la frontera sur, se requiere de políticas públicas ad hoc, ya que las condiciones de su población son particularmente muy propias, sobre de esto se ha ido avanzando durante las últimas semanas.

Para algunos, la política social del actual gobierno federal, es el de reivindicar el concepto de Estado de Bienestar Social, donde los sectores sociales marginados, los sectores más pobres de la población, la atención de zonas marginadas en las pequeñas y grandes ciudades mexicanas, así como la atención especial de los jóvenes y señoritas, en las ciudades y el campo, para que estudien, trabajen y estudien y hagan de su vida, un ejemplo de formación de valores, de disciplina, un ejemplo de vida familiar, social y de la comunidad, es el centro de los logros a obtener: un país de gente buena, con vida en paz y desarrollo social y económico estable en crecimiento a la vez, así como respeto a la libre expresión, su ejercicio y el de la justicia y las prácticas democráticas.

 

 

 

Para el pueblo de México, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, empieza su actividad diaria muy temprano, basta imaginarse el inicio de una reunión de trabajo del consejo de seguridad nacional, a las 6 de la mañana, y a las 7 de la mañana comparece ante los periodistas y a las 9 de la mañana realiza entrevistas y visitas fuera de Palacio Nacional a lugares donde hay asuntos programados que atender.

Los que somos partidarios de una política social por parte del Gobierno sea Federal, Estatal o Municipal, en este caso, Federal, nos complace y secundamos lo que hace el actual gobierno de la República. Estamos seguros, y compartimos la misma convicción, de que el gobierno federal está en lo correcto, al desplegar una política social de amplia cobertura nacional.

La movilidad social que traerá consigo dicha política solo será comparable con la puesta en práctica por el presidente Lázaro Cárdenas, que hizo posible que millones de campesinos, sobre todo los niños y niñas de aquella época, estudiáramos y ascendiéramos en nuestras vidas como estudiantes, y llegáramos a ser profesionistas con una cierta dosis de éxito y ascenso social, todo por la oportunidad que se nos dio para crecer como gente de bien y profesionista y que nuestras tareas y aportaciones haya ofrecido un servicio a la comunidad favorable. Todo esto gracias a las políticas públicas de un Estado de Bienestar Social comprometido con su ciudadanía, el pueblo de México

 

 

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« Redacción »
Arturo Delgado Moya

Arturo Delgado Moya


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