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Opinión Editorial


A río revuelto…


Publicación:17-12-2018
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A estas alturas del partido, Monterrey ya debería tener un presidente municipal, pero no es así.

 

Para nadie es un secreto el resultado del pasado uno de julio y el manoseo en la entrega de una constancia de mayoría que pasó de Felipe Cantú a Adrián de la Garza, para regresar a las manos del panista y luego, ante la intervención de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), nada para nadie.

 

Tras la aparente “salomónica” decisión de la autoridad electoral, estamos viviendo el episodio II de esta “novela” que comenzó con 10 actores se fue quedando sin protagonistas hasta quedar en 6; una contienda extraordinaria que carece del personal y recurso suficiente; y que para colmo se desarrollará en una poco usual y cuestionada fecha, que es la víspera de la Nochebuena.

 

No se necesita ser pitoniso para prever que será una jornada gris y apática que se traducirá en muy pocos votos.

 

El pasado 1 de julio, la participación ciudadana en la ciudad capital del estado superó el 55 por ciento, pero en los centros de trabajo, charla de café y hasta mientras se espera el bus en alguna esquina, la constante de los ciudadanos en edad de votar, es no salir a las urnas el domingo 23 de diciembre ¿Quién los culparía?

 

¿Qué pasa con el ciudadano que cruce la boleta votando por Iván Garza sin saber que ese voto será para Felipe Cantú; o el voto para Ana que en realidad es para Adrián? ¿Cómo garantizar que el ciudadano no se confundirá con la cantidad de recuadros que marcará y que su voto será respetado?

 

Pasan los días y no se ve estrategia para incentivar la afluencia ciudadanía y si a eso le sumamos el agravante de discursos radicales o de guerra o de paz por parte de los candidatos, insisto, es entendible el hartazgo de todos los votantes acreditados para la ciudad de Monterrey.

 

Dice el refrán que  “a río revuelto, ganancia de pescadores…”

 

 La constante de la historia de las elecciones extraordinarias en México es que el triunfador en este tipo de panoramas turbulentos, es el Partido Revolucionario Institucional.

 

Si todo pinta tan pobremente y el ganador de los comicios extraordinarios para la ciudad de Monterrey resulta ser el abstencionismo ¿cómo legitimar a un alcalde, sea cual sea el ganador, con una votación tan escasa?

 

Pues ya no hay vuelta atrás. Lo que queda es que cada contendiente haga campaña, una campaña de propuestas, no de ataques; que el Estado le entregue a la Comisión Estatal Electoral los recursos que corresponden a los meses de noviembre y diciembre para su operatividad; que los partidos tengan los representantes de casilla suficiente para evitar el grito de “fault”.

 

Y muy especialmente, establecer los mecanismos al alcance de la mano para que haya una copiosa votación, pese a la fecha, pese al clima, pese a las fiestas.

 

Y muy especialmente, fortalecer la cadena de custodia para que no se anulen casillas, que al final de cuentas es lo que tiene a la ciudad en esta circunstancia.

 

Comentarios: nelly.cepedagzz@gmail.com

 



« Redacción »