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Opinión Columna


¿Qué hará la Guardia Nacional?


Publicación:24-11-2018
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Que no deserten. Porque serán ellos los que tengan que mantener la seguridad pública en marcha mientras entrenan a los demás.

 

Vamos al grano: la Guardia Nacional va. No tiene caso agregar más líneas sobre esta decisión. Ahora nos es más útil saber lo que estará haciendo esta institución. Y la única forma de saberlo es conociendo lo que hace la Policía Federal (PF). Porque ésta es la encargada de la seguridad pública en el fuero federal. Ninguna otra. Las policías Militar y Naval no han estado, porque no han tenido que estarlo, a cargo de esto. Así que estas policías tendrán que aprender muy rápidamente, y bien, cómo se hace seguridad pública. Pero la seguridad pública es muy difícil y no se aprende en poco tiempo.


Primero entendamos que la seguridad pública consiste en sancionar infracciones administrativas, prevenir delitos, investigarlos, perseguirlos, y finalmente hacerse cargo de la reinserción de los sentenciados. Legalmente, esto es.


El Plan Nacional de Paz y Seguridad dice que la Guardia Nacional se encargará de (1) la prevención del delito, (2) la preservación de la seguridad pública y (3) el combate a la delincuencia en todo el país. Bien. Queda claro. Básicamente se le pedirá hacer lo mismo que hace la PF, pero con la salvedad de que promete hacerlo mucho mejor. Sólo que la seguridad pública son muchas cosas.


Por ejemplo, sobre lo primero, la prevención del delito. En este punto, conviene saber que la PF utiliza a alrededor de 58% de sus elementos operativos en actividades de este tipo (Enecap, 2017). Esto es natural porque sólo en esto se realizan unas 21 actividades diferentes. Y le comento que luego se hacen otras actividades más, como las de reacción ante el delito (41 actividades diferentes), las de seguridad en carreteras federales, aeropuertos y fronteras (39), entre otras. Estadísticamente, nos dice Inegi, la PF reporta realizar 117 actividades (Enecap, 2017).


Pero la seguridad pública no sólo es difícil por la variedad de actividades que implica, sino por su complejidad. El trabajo de entrenamiento que tiene la Guardia Nacional por delante es enorme. Así que no esperemos resultados ni inmediatos ni perfectos. Habrá que ser pacientes. Tal vez hasta algo tolerantes en materia de DH.


Vea ahora unos ejemplos sobre acciones en las que un nuevo guardia nacional necesitará entrenarse. Sólo en prevención del delito, los policías militares, navales, y los nuevos reclutas, tendrán que aprender desde "controlar y dispersar disturbios" hasta "mediar en conflictos". En materia de preservación de la seguridad pública, tendrán que aprender a realizar desde "pruebas de alcoholemia", hasta "escoltar procesiones" y "explicar sanciones a conductores que violen el reglamento de tránsito". Que cabe decir, esto último requiere más vocación que cualquier otra cosa. Los reclutas de mecha corta no pasarán estas pruebas. Y en cuanto a combate a la delincuencia, deberán aprender (bien y rápido) a "entrevistar testigos", "remitir denuncias ciudadanas", etcétera. Nada de esto es fácil ni se aprende en poco tiempo.


El mismo Plan reconoce, acertadamente, que "los soldados y marinos no han sido entrenados… para prevenir e investigar delitos" (p. 13). Efectivamente. Nada fuera de la legislación castrense ha sido su trabajo. Y que yo sepa, la policía militar sólo ha trabajado al interior de sus instalaciones, porque ese ha sido su espacio natural de trabajo. Lo mismo que con los Jueces Militares que nunca han tenido competencia en lo civil. ¿Se imagina usted que se fusionaran las justicias militar y civil, bajo el mando de la militar, para crear una Justicia Nacional? Independientemente de lo descabellado que esto sería (espero no estar dando ideas), la reorganización sería algo epopéyico.


Pues algo similar sucede con la Guardia Nacional. Lo que hará no es nada nuevo. Pero la reorganización será mayúscula. Y por el bien de todos, espero que muchos de los elementos de la PF se mantengan en sus posiciones. Que no deserten. Porque serán ellos los que tengan que mantener la seguridad pública en marcha mientras entrenan a los demás. No puede ser de otra manera.


Corolario para el Comité Central: la tentación por la simplicidad no forma parte del idealismo. Es ilusionismo.



« Redacción »
Carlos Vilalta


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